Carlos III confía en una empresa española para alicatar sus palacios

Carlos III

En una ceremonia cargada de simbolismo y tradición, Carlos III firmó el documento de su proclamación como rey, dejando una anécdota peculiar: sus manos quedaron pringadas de tinta, generando preocupación entre los ejecutivos de Parker, la marca de estilográficas responsable de los bolígrafos utilizados. Esta situación, que parecía amenazar su preciado «royal warrant», fue recogida por el Daily Mail. Sin embargo, la historia tuvo un final feliz cuando recientemente se confirmó que el Rey renovó su confianza en la firma británica, permitiendo así al fabricante respirar tranquilo y continuar con su legado de suministrar a la Casa Real.

La Reina Camila, por su parte, ha asumido con entusiasmo su nuevo rol en la selección de las marcas que integran la prestigiosa lista de proveedores oficiales. En la actualidad, más de 800 empresas ostentan el «royal warrant», un distintivo que les permite presumir de abastecer a la Casa Real británica. Entre las últimas adiciones de Camila destacan siete marcas de alcohol, incluido Camel Valley, un productor de vino espumoso con sede en Cornualles, reflejando la afición compartida por la bebida entre la Reina y Carlos III.

Carlos III confía en una empresa española para alicatar sus palacios

La lista de proveedores reales de Carlos III incluye nombres emblemáticos que son sinónimo de excelencia y tradición. Fortnum & Mason, los famosos grandes almacenes, mantienen su sello de Su Majestad desde 1954, mientras que Lock & Co, la sombrerería más antigua del mundo fundada en 1676 y creadora del clásico bombín, sigue siendo un proveedor leal. Turnbull & Asser, reconocida por sus camisas a medida para hombres ilustres desde 1885, y James Purdey & Sons, especialistas en escopetas y rifles deportivos de alta gama, también figuran en esta exclusiva lista.

En medio de estos nombres ilustres, destaca la presencia de Porcelanosa, la única marca española actualmente en la lista. Este imperio valenciano de azulejos, cerámica y mobiliario de cocina y baño recibió su «royal warrant» en 2005, consolidando su posición como proveedor oficial de la casa real británica. La relación entre la Familia Real de Carlos III y Porcelanosa se remonta a 1995, cuando Carlos de Inglaterra organizó una cena privada en Highgrove, su residencia en la campiña, para la marca española. Desde entonces, Porcelanosa ha apoyado económicamente una de las fundaciones del ahora rey y sus productos decoran diversas residencias oficiales.

Carlos III y el veto a Harveys

Otra marca española que formaba parte de esta distinguida lista es Harveys, conocida por sus vinos jerezanos y parte de las Bodegas Fundador. Sin embargo, su estatus se encuentra actualmente «en revisión», a la espera de que Carlos III decida si renovará su confianza en el sherry predilecto de la difunta reina Isabel II.

Carlos III

A pesar de las incorporaciones y renovaciones, algunas marcas históricas han perdido su sello real este año. Tal es el caso de la familia Nash, dedicada a la fabricación de escobas durante 300 años y que obtuvo su «royal warrant» en 1999. Bradley Nash, el escudero real, suministraba alrededor de 120 escobas al año a la casa de la Reina desde su taller en Tadley, Hampshire. Las herramientas centenarias utilizadas por su padre continúan en uso, aunque Bradley admite que ahora toma más tiempo armar una escoba. Las escobas de Nash también han tenido apariciones en la cultura popular, destacando en películas como Harry Potter y el cáliz de fuego y la serie Blue Peter en 1992.

La renovación de la lista de proveedores oficiales por parte de Carlos III y la Reina Camila refleja tanto la continuidad como el cambio en las tradiciones reales. Mientras que algunas marcas históricas mantienen su estatus gracias a su calidad y prestigio, nuevas incorporaciones destacan las preferencias y vínculos personales de los actuales monarcas. Este proceso no solo garantiza la excelencia en los productos utilizados por la Casa Real, sino que también reafirma el prestigio de aquellas marcas que logran obtener y mantener el codiciado «royal warrant».