Carmen borrego se enfada con un fotógrafo
Carmen Borrego amenaza a un paparazzi con denunciarlo. «Vas a tener un problema», le advierte la colaboradora de televisión en directo, en torno al reportaje que el fotógrafo Pablo González ha hecho sobre Edmundo Arrocet. González se enzarzó en una discusión con Borrego en torno a los problemas que podría suponer revelar temas personales en trabajos de este tipo.
Borrego amenazó al fotógrafo con tomar medidas si continuaba trabajando de esa manera, le aseguró que está buscándose un serio problema con ella. La discusión tuvo lugar en el programa ‘Así es la vida’ de Telecinco en el que Pablo González intervino en directo para hablar sobre el robo en el que está implicado Antonio Tejado.
La confesión de González
Pablo González habló en torno al caso del robo a María del Monte, en el que está implicado su sobrino Antonio Tejado. El fotógrafo opina que el sobrino de la tonadillera habría usado información personal de su tía ventilándola a la prensa rosa, y confiesa que ha hecho lo mismo con respecto a otros famosos.
Pero la discusión se volvió tensa cuando González confesó que es el autor de las fotografías de Edmundo Arrocet con una mujer misteriosa en Londres, que han dado tanto de qué hablar. «En ningún momento pacté con Edmundo hacer esas fotografías», se defendió, cuando Borrego cargó contra el que fuera pareja de su madre.
La acusación contra Carmen Borrego
Pablo González continuó hablando y se dirigió directamente contra Carmen Borrego: «A ver si vamos a creer que por el hecho de que Edmundo dé una entrevista tiene que ser como Carmen, que hasta por respirar cobra», expresó. «Lo que queréis que os diga que Edmundo ha cobrado, y no es así», sentenció.
«A mí no me hace falta que nadie me apoye ni me defienda». Fue la reacción contundente de Carmen Borrego, a la acusación de González de que ella cuenta con una «banda de palmeros» que le cuidan las espaldas. «Estoy muy cansada de que todos los que hablan de mi familia digan que tal parte no se ha dicho. ¡Ya está bien» Dígalo todo», zanjaba la tertuliana.
