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Nuevos mensajes de WhatsApp ponen a Daniel Sancho al borde del abismo

Daniel Sancho entre las cuerdas

Daniel Sancho está en un momento sumamente decisivo. Recientemente se han dado a conocer algunas conversaciones que allegadas a la víctima mantuvieron ante la desaparición de Edwin Arrieta y cuyo contenido podría ser muy relevante en el desarrollo del juicio. Aparentemente habría un problema de dinero en la base del conflicto.

El juicio contra Daniel Sancho por la muerte y el descuartizamiento de Edwin Arrieta ha dado muchos giros desde sus inicios y estas conversaciones de WhatsApp que allegadas a Arrieta mantuvieron y que lo tienen a Sancho en el centro. Su contenido va a analizarse en la próxima sesión.

Lo que peligraría la situación de Sancho

El juicio intenta revelar si Daniel Sancho cometió homicidio o si realmente, y como él y su defensa aseguran, fue un acto de violencia provocado por una discusión. De momento su versión no ha convencido del todo y estas conversaciones de WhatsApp entre allegadas del asesinado podrían hundirlo más.

En dichas conversaciones familiares de Arrieta manifiestan su preocupación por la desaparición repentina de Edwin. El contenido es alarmante: «Sé que se marchó a Tailandia con el amigo español al que le prestó dinero para el restaurante. Edwin dijo que se había gastado la plata y no se la quería devolver. Estoy preocupándome».

El último en ver a Arrieta

Daniel Sancho fue el último en ver con vida a Edwin Arrieta y, según ha confesado, todo ha sido una suseción de inconvenientes y rabia en un momento de descontrol que ha provocado los terribles acontecimientos. La defensa argumenta que hubo premeditación, que decidió terminar con la vida de su amigo por no poder devolverle el dinero.

También se ha hablado de amenazas de muerte contra la familia de Sancho que aceleraron el giro de los acontecimientos. Sin embargo, la defensa sigue en su línea: no hubo premeditación. Las conversaciones que salen ahora a la luz podrían complicar más la situación de Daniel Sancho. De momento, hay que seguir esperando.