Jesulín, emblemático torero con 161 corridas toreadas en 1995, celebra sus 50 años el 9 de enero, culminando un año plagado de triunfos televisivos que le han devuelto la estima del público. De la misma manera que hace décadas las fans le lanzaban ropa interior desde las gradas de la mayoría de plazas que visitaba en sus años de máximo esplendor taurino.
Desde su infancia en Ubrique, Jesulín destacaba por su carácter afable, siendo un niño muy querido en su lugar de origen. A pesar de sus sueños iniciales de convertirse en portero de fútbol, optó por la tauromaquia para ayudar a su padre.
Humberto Janeiro, dedicado a la organización de eventos, se vio sumido en aprietos económicos en cierta ocasión, incapaz de sufragar el caché de Rocío Jurado. Fue entonces, con tan solo 12 años, cuando el joven Jesús tomó una decisión contundente: «Papá, ¿quieres que sea torero? Pues no vendas el campo».
Se formó en la escuela taurina de Cádiz. Vistió por primera vez el traje de luces en El Bosque, el 22 de agosto de 1987. Debutó con caballos en Ronda el 30 de abril de 1989, con el toro Ambiciones de Manolo González acompañado de Julio Aparicio y Finito de Córdoba, cortando dos orejas. En 1989 consiguió el célebre Zapato de Oro en las novilladas con picadores de Arnedo (La Rioja).
Inició su carrera a los 13 años, destacándose como el torero con más corridas en tres años y convirtiéndose en una figura mediática gracias a su carisma. En 1995 toreó 161 festejos, cifra que no ningún otro diestro ha igualado. Adorado por el público, deseado por las mujeres y solicitado por los medios de comunicación, participó en anuncios, programas de televisión e incluso lanzó un disco. Su generosidad se manifestó al invitar a periodistas, fotógrafos y admiradores a su finca en ocasiones especiales.
Su consagración fue en 1994, encabezando el escalafón con 153 corridas toreadas y cortando 339 orejas superando a El Cordobés, que desde 1970 mantenía el récord de número de corridas lidiadas en un año.
1Jesulín y el ‘toa, toa, toa’
Jesulín de Ubrique quiso extender su éxito entre el público y realizó una incursión en el mundo de la música editando el álbum Jesulín (1996) con el sello PolyGram Ibérica. El álbum contenía el tema Toda, que se convirtió en un clásico popular presentado en el Festival de Benidorm. El acento de Jesulín al pronunciar ‘toa’ fue lo que originó que aquel tema se convirtiese en todo un himno.
La finca Ambiciones se erigió como el epicentro de la vida familiar de los Janeiro, adquirida por Jesulín a los 26 años por 90 millones de pesetas. Además, fue escenario de diversos romances, incluyendo el que él mismo denominó como el amor de su vida: Belén Esteban.
Con ella tuvo a su hija Andrea, pero tras la separación, su imagen se vio afectada por las críticas de Belén sobre su atención a la niña. Jesús, en consecuencia, se retiró progresivamente del escrutinio mediático, volviéndose más celoso de su vida privada.
Después de su ruptura con Belén, Jesús enfrentó un grave accidente de tráfico en septiembre de 2001, permaneciendo 45 días en cuidados intensivos. Afortunadamente, se recuperó y encontró apoyo en María José Campanario, con quien contrajo matrimonio dos años después.
En 2013 se inauguró el museo de Jesulín de Ubrique en Ubrique con una escultura del torero en la puerta. Durante los últimos años ha aparecido en muchos programas de televisión y hasta fue protagonista junto a Santiago Segura en la última película de Torrente titulada Operación Eurovegas.
Jesulín y la Campanario su vigésimo aniversario de bodas en julio pasado, haciendo frente a los rumores sobre su relación y esperando un juicio por estafa a la Seguridad Social.
Así han transcurrido estos 50 años para uno de los mejores toreros españoles. Otro más al que la vida privada le dio más disgustos que los toros en el albero y que ha tenido que lidiar con los embistes de Belén Esteban que, pese a ser la reina del pueblo, ha guardado rencor al que fuera su marido durante toda su etapa en Telecinco. Su vida se resume con el mismo adjetivo que acuño en los 90, en dos palabras: im-presionante.