El cuidado del pelo, que tiene un ciclo de vida, y el de nuestra piel, a la que también los años van mermando, es vital si queremos que ambos sigan teniendo un buen aspecto. En otoño se hacen más patentes estos cambios en nuestro organismo, pero eso no significa que nos debamos resignar. Como vamos a ver en las próximas líneas, hay remedios para evitar esta situación, para que no se deterioren por culpa del estrés, los cambios hormonales y una dieta deficiente.
La queratina y el pelo y la piel
Tanto el pelo como la piel y las uñas están formadas sobre todo por la queratina, una proteína fundamental en nuestro organismo. Hay muchos nutrientes que se relacionan directamente con la correcta producción de la misma y que nos van a ayudar a combatir estos cambios. Para estimular la formación de queratina, muchas veces hay que recurrir a la suplementación adicional de vitaminas, y las hay tanto para el pelo como para las uñas, e incluso algunas están pensadas para mujeres y otras para hombres. Lo mejor es hablar con tu médico porque una analítica de sangre desvelará exactamente cuál es tu problema.
Vitaminas para el pelo
Las vitaminas para el pelo o para la piel suelen ser hidrosolubles. Se denominan así, porque se disuelven en agua y se eliminan principalmente por la orina. Así, cuando se consumen más de las necesarias, no se almacenan en el organismo y no hay riesgos de «hipervitaminosis«. La mayoría las podríamos conseguir con una dieta adecuada y, en el caso de la D, con una exposición controlada al sol. Esa es la teoría, pero el ritmo de vida actual muchas veces lo impide. El estrés o los cambios hormonales también pueden hacer de las suyas y, con la edad, dejamos de producir sustancias, como el colágeno o la elastina.
Falta de hierro
Como mamíferos que somos, es normal que se nos caiga el pelo, e incluso los dermatólogos aseguran que podemos perder unos 100 cabellos al día. Sin embargo, si esta cantidad se supera, puede que no estemos consumiendo la ingesta correcta de vitaminas para el mismo. La falta de hierro suele estar detrás de gran parte de su caída pero también hay que cuidar mucho los niveles de biotina (la denominada como vitamina B7), vitamina B8, vitamina H y, cómo no, vitamina para el pelo. Deficiencias de otras vitaminas como la D, la B6 y la B12, así como de magnesio, zinc, cobre y ácido fólico también pueden incrementar la caída del cabello.
Los problemas de la piel
Si en la caída del pelo podría tener la culpa la falta de hierro, en el caso de la piel no solo interviene la mala alimentación o el estrés. Una mala rutina de belleza, las agresiones externas como el frío o la humedad y la sobreexposición al sol van provocando un debilitamiento de la dermis, que va perdiendo grosor y elasticidad y se muestra más apagada y llegan las temidas arrugas. Las vitaminas para la piel más eficaces son la B8, A, C y E. Se pueden usar de forma tópica, pero solo actuarán de forma local y la absorción nunca será igual.
Qué mejora la piel
La biotina, la denominada vitamina B7 es clave para el pelo, mientras que la vitamina B8 ayuda al crecimiento celular, por lo que tiene una acción regeneradora y puede ayudar a mejorar nuestra piel. Para intentar cuidar ésta también hay que tener en cuenta la vitamina A, que se encuentra en el conocido retinol, ayuda a la producción de colágeno y reduce manchas y arrugas. La vitamina C es un poderoso antioxidante que, además, unifica el tono de la piel. Por último, la vitamina E activa la circulación sanguínea y retrasa el envejecimiento cutáneo.
Vitaminas para todo
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