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Deberías dormir con una almohada entre las piernas: la razón

Ahora va a resultar que la almohada no solo sirve para apoyar la cabeza cuando te metes en la cama. Hay que tener en cuenta que a la hora de dormir lo más importante es que el descanso sea de calidad porque, durante esas horas, el organismo lleva a cabo funciones vitales como la regulación hormonal, el control de la temperatura del cuerpo o la consolidación de la memoria a corto plazo, algo que consigue que te despiertes preparado para afrontar los nuevos retos de cada día. Los procesos de restauración y regeneración del metabolismo que requieren un buen descanso, y en ello influyen cosas externas, como la almohada o tu postura corporal.

El papel de la almohada

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La almohada va a jugar un papel importante en la calidad del sueño

La almohada es un fenómeno externo tan importante como el ruido, la calidad del colchón (recuerda cambiarlo cada 10 años), por lo que adoptar con ella una u otra postura provocará que la espalda no se vea forzada, que las articulaciones no se compriman y que los músculos queden en una posición neutra, sin contracciones ni estiramientos perjudiciales. En ese puzzle, la almohada funciona como una pieza más, la que acomodamos bajo la cabeza y la que también deberíamos colocar en nuestras piernas.

La postura fetal y la almohada

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Es la posición ideal para las embarazadas

Vamos a ver el papel de la almohada en las diferentes posturas para dormir. Según los expertos, la posición fetal hacia el lateral izquierdo es la más beneficiosa para nuestro cuerpo. Primero, porque favorece el drenaje glinfático, encargado de depurar los residuos del sistema nervioso central; segundo, porque evita la apnea obstructiva del sueño, es decir, los dichosos ronquidos; tercero, porque impide el reflujo gástrico, tan habitual en quienes duermen boca arriba, y cuarto, porque alivia las molestias de quienes sufran dolores lumbares. De hecho, es también la posición más saludable para las embarazadas. El principal inconveniente es que la columna no mantiene su alineación natural, de ahí que se recomiende colocar una almohada entre las piernas y que, además, se adapte a la curvatura de estas.

Dormir boca arriba

Deberías dormir con una almohada entre las piernas: la razón
Si duermes boca arriba debes colocar la almohada debajo de las rodillas

Si como hemos visto colocar una almohada entre las piernas en posición fetal evita las rotaciones de la zona lumbar y se consigue el mismo ángulo que cuando estamos de pie, algo cambia cuando dormimos boca arriba. Quien así lo haga, a pesar de las posibilidades de ronquidos y reflujo, también deberá colocar una almohada, pero debajo de las rodillas, con el fin de que la cadera queda más alineada y la postura sea más natural, al corregirse la curvatura más o menos pronunciada de las lumbares, por lo que así nos aseguramos de que toda la espalda quede apoya y de que, por tanto, el descanso será más óptimo.

Boca abajo

Deberías dormir con una almohada entre las piernas: la razón
Dormir boca abajo es la postura menos recomendada

Donde ya no hay relación entre la almohada y las piernas en las postura de dormir boca abajo, que además es la postura más desaconsejable, por los múltiples efectos nocivos que tiene para el cuerpo. La columna se torsiona y el cuello se fuerza para poder respirar, de modo que las vértebras soportan una tensión excesiva, que puede dar lugar a contracturas, tendinitis, lumbalgias o cervicalgia. Además, comprimimos el estómago, por lo que se activará también el molesto reflujo.

Uso para la cabeza

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La almohada también es aconsejable para la cabeza

Por supuesto que la almohada también es necesaria para situarla donde habitualmente se pone, debajo de la cabeza, pero para ello hay que tener en cuenta ciertas características para la misma. Por ejemplo no debe ser ni demasiado alta y dura, ni demasiado baja y blanda. Es decir, lo ideal es que quede en línea con los hombros, con lo que de esta manera, ni el cuello tendrá una flexión excesiva que derive en contracturas cervicales ni, al contrario, padecerá una hiperextensión cervical.

Las principales ventajas

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Hay algunas que son especiales para piernas

En resumidas cuentas, el ponerse una almohada entre las piernas tiene muchas más ventajas que desventajas. Entre las primeras están, por ejemplo, que impide que las caderas roten y que el cuerpo se desplace mientras duermes o que alivia dolores de lumbago o ciática, así como la posible rigidez muscular que deriva en contracturas. El ponértela en esa parte del cuerpo hace que sumes confort, gracias a que elimina la tensión y cualquier posible tensión en los músculos de la espalda y la presión que ejerce la pierna de arriba, y supone un apoyo para la parte baja del cuerpo, ya que obliga a adoptar la alineación anatómica correcta para la columna, caderas, piernas y rodillas. Eso sin contar que beneficia la circulación sanguínea de las piernas al evitar tensiones musculares, y alivia de posibles varices y hormigueos.