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El Rey Juan Carlos quiso evitar la boda de la Infanta Cristina

Los temas de palacio van despacio y hay ciertas informaciones que tardan más de veinte años en salir a la luz, y esta es una de ellas y afecta directamente a la Infanta Cristina. Lo pudimos comprobar en el documental de Telecinco Cristina de Borbón. Rota de amor y sigue rezumbando en el imaginario colectivo de los españoles.

Especialmente después de que conociéramos cuál era la verdadera posición del emérito, Rey Juan Carlos, con respecto al matrimonio de su primogénita con el deportista y empresario Iñaki Urdangarin, el recordado 4 de octubre de 1997.

Lo que realmente pensaba Juan Carlos

Rey Juan Carlos
Fotografía de la boda de la Infanta Cristina con Iñaki Urdangarin en octubre de 1997

>Parece que el marido de Sofía fue medio adivino en este caso, vaticinando lo que pasaría unos años después, no porque supiera que esto iba a suceder literalmente, si no por sus malas sensaciones. ¡Si es que la intuición vale oro! No obstante, antes de seguir vamos a hacer un apunte: con esto me refiero exactamente a los tejemanejes empresariales del que cuando conociera a Cristina fuera jugador de balonmano, que terminarían poniendo en jaque la relación de su esposa con el resto de su familia.

Una situación que se mantuvo incluso cuando Iñaki Urdangarin fue declarado culpable por el Tribunal Supremo. Una sentencia por la que terminó en la cárcel de Brieva, a la que la hermana de Elena iba a verle cada vez que podía. Si es que si algo nos ha quedado claro en esta historia es que la Infanta Cristina tenía que querer mucho al padre de sus cuatro hijos, Juan (22) Pablo (21), Miguel (20) e Irene (17). Tanto que llegó a mudarse por él e, incluso, a renunciar al ducado de Palma. Se escribe pronto, pero esto supone mucho a nivel de carga emocional para cualquier persona.

Pues bien, lo curioso del asunto es que algo intuía Juanito, porque tenía bastantes reticencias a que estos dos celebraran su matrimonio. Por eso mismo, y según revela este documento el emérito inició una campaña mediática para que la opinión pública tomara partido en este romance, se posicionara en su contra y para que se pusieran de su parte. Lo que pasa que, como en alguna otra ocasión que, en estos momentos no conviene mencionar, al emérito le salió el tiro por la culata y no pudo evitar que la feliz pareja se casara en la catedral de Santa Eulalia de Barcelona, ante más de 1500 invitados.

La relación entre Juan Carlos e Iñaki Urdangarin

Infanta posando
Infanta Cristina en un acto de la Casa Real en los años noventa

>En este punto de la publicación vamos a hacer especial hincapié en cómo fueron los primeros momentos entre la familia real e Iñaki Urdangarin. Una serie de datos que, en su mayoría, ya se habían hecho públicos, pero que ahora vemos desde otra perspectiva después de saber la trama que había organizado el Rey Juan Carlos para evitar que su niña se casara con el empresario de restauración.

Y es que si hacemos memoria recordaremos que desde que empezaron su relación, hasta que se hizo oficial pasó nada más y nada menos que un año entero. Un inicio de romance que, por cierto, fue precioso y en el que la Infanta Cristina dejó claro que no pensaba dejarle escapar por nada del mundo.

La primera cita la organizó la hermana querida y adorada de la Infanta Elena, que ha sido y es el hombro en el que llorar en sus peores etapas. Quedaron para ir al cine, y fue tan completo el encuentro presumiblemente romántico que fueron con carabina incluida, y sí nos estamos refiriendo a Alexia de Grecia y Carlos Morales. Después fueron los cuatro a tomar algo. «Ella se enamoró desde el primer momento», asegura su entorno más cercano.

Tanto que no dudó en ser directa y decirle que, en esa ocasión y como desde mi punto de vista queridos Cotillas es completamente lógico, quería tener una cita con él a solas y que le iba a invitar a cenar. En este caso solamente estuvieron acompañados por los cuatro escoltas de le tía de Sofía, lo que es muy normal para la hija del Rey Juan Carlos, pero que le resultó muy extraño al que terminaría siendo su marido.

Aunque al principio esta premisa no le resultaba tan cercana a Iñaki Urdangarin . Es más, como han llegado a afirmar amigos suyos, «al principio tenía miedo». Aunque en cuanto vio que su relación con la Infanta Cristina se estaba consolidando, tomó la decisión irrevocable de dejar a su novia, porque queridos Cotillas, tenía una pareja, una joven de Puigcerdà con la que hasta había compartido piso, para poner todas sus atenciones en la bisnieta de Alfonso XIII.

Una intención que resultó efectiva y por la que el vasco terminó ganándose la confianza, por lo menos a simple vista, del Rey Juan Carlos. Una realidad que pudimos ver en su pedida de mano, donde la reina Sofía declaró, «estamos encantados». Habría que haber escuchado lo que le pasaba por la cabeza al Rey Juan Carlos…