La docuserie que se emitirá próximamente en abierto para Telecinco, En el nombre de Rocío, y que protagoniza la propia Rocío Carrasco, con la única misión de poner fin a dos décadas de especulaciones en torno a su figura, sin duda nos está ofreciendo grandes titulares para la prensa del corazón y poniendo en el disparadero al clan familiar Mohedano Jurado. Gracias a la decisión de Mediaset España de adelantar el episodio número doce para sus suscriptores, nos ha traído importantes novedades sobre el motivo real del distanciamiento entre las hermanas. La heredera universal de Rocío Jurado ha querido romper su silencio y contar toda la verdad sobre Gloria Camila. No os lo perdáis, queridos Cotillas, porque desde la redacción os contaremos con todo lujo de detalles la razón que las mantiene a ambas alejadas.
Gloria Camila: una vida marcada por el interés mediático
>Han pasado más de dos décadas del momento que encabeza este apartado. Unas imágenes que dieron la vuelta a todo un país y de las que las principales cabeceras del corazón se hicieron eco. Fue, concretamente, en 1999 el año en el que la artista, Rocío Jurado, y el torero, José Ortega Cano, cumplían su deseo de adoptar. Ante la expectación de los periodistas y rodeados de cámaras de televisión, el matrimonio presentaba en sociedad a sus dos pequeños en la famosa casa de Montealto, ubicada en la lujosa urbanización de La Moraleja.
Un José Fernando, de tan solo 6 años, sonreía tímidamente a los medios allí congregados, y una Gloria Camila, con tres años, se mostraba algo cohibida ante la gran expectación generada. A partir de ese momento, la vida de los hermanos cambió para siempre sin oportunidad de elegir entre la más estricta intimidad o la mediatización absoluta. Una vertiginosa aventura para ambos dos, que en febrero de 2020 la hija pequeña del matrimonio narraba en el programa Volverte a ver, presentado en aquel entonces por Carlos Sobera. «Me he sentido querida siempre, desde que llegué a España hasta el día de hoy», reconocía la joven emocionada.
Rocío Carrasco: años de felicidad que quedaron en el olvido
>Aquel junio de 2006, mes en el que la luz de Rocío Jurado se apagó para siempre, supuso un antes y un después en el devenir del clan familiar Mohedano Jurado. Y es que, en los últimos años de vida de la artista, nada hacía presagiar el fatídico desenlace tras su fallecimiento. Un legado que la cantante cultivó gracias a su carrera artística y discográfica, que terminó por enfrentar a todos los miembros de su familia. Tal es así que, actualmente, la heredera universal de la folclórica no mantiene ningún tipo de vínculo con ellos.
Pero si tiramos de imágenes de archivo podemos evidenciar que no todos los tiempos fueron malos para uno de los clanes más mediáticos de nuestro país. La hija mayor de la chipionera llegó a confesar que ella jugó un papel fundamental en el proceso de adopción de sus dos hermanos. Por aquel entonces, en el que Rocío Jurado y José Ortega Cano tenían 52 y 46 años respectivamente, la firma de Rociíto fue de vital importancia para culminar de manera exitosa dicha etapa. Con tan solo 21 años la hija de Pedro Carrasco hizo constar, en el supuesto caso de que al matrimonio le ocurriese algo, asumir la tutela de ambos.
José Ortega Cano artífice de la ruptura entre las hermanas
>El capítulo doce de la docuserie En el nombre de Rocío, como era de esperar, ha arrojado multitud de titulares que ocupan hoy las portadas de los medios del corazón de nuestro país. Si habitualmente nos hemos preguntado qué ocurrió exactamente entre Rocío Carrasco y Gloria Camila, no os preocupéis queridos Cotillas, porque ya se ha encargado la hija de la más grande de desvelarnos con detalles la principal razón de su distanciamiento. Al parecer, según el testimonio de Rociíto, el responsable de haberla separado de sus dos hermanos fue el viudo de la cantante, José Ortega Cano. «Antes de las navidades, recibo una llamada de Ortega Cano. Es una llamada de auxilio, de ‘échame una mano'», comienza diciendo en alusión a la difícil y conflictiva adolescencia por la que atravesó su hermana Gloria Camila. Tras esta llamada de auxilio, la heredera universal de Rocío Jurado mantuvo una distendida conversación que afortunadamente terminó bien: «Vale, hermana, te voy a hacer caso. Gloria siempre me respetó y siempre tuvo un comportamiento muy cariñoso conmigo».
Pero después de este encuentro entre las hermanas, lo que no imaginaba Rocío Carrasco es que el torero, Ortega Cano, se fuera a poner a la defensiva y con un tono algo altivo: «Empezó a decirme que quién me creo yo para decirle a su hija cómo tiene que comportarse. Que no soy su madre». «Yo no podía ni hacerme cargo de mí. Quería que aquello se resolviese de forma favorable, pero me encuentro que me dan otra hostia que no vi por dónde me venía. Por eso decido desaparecer y no saber nada de nadie», terminaba por desvelar la actual colaboradora de Telecinco.
