Los Reyes antiguos tenían infinidad de hijos naturales. Algunos legitimados y con títulos nobiliarios y otros que crecían en conventos, alejados de la Corte. El Rey Juan Carlos ha sido un hombre muy moderno en muchos aspectos. A la hora de elegir su residencia prefirió el modesto palacio de la Zarzuela al grandioso de la Plaza de Oriente. Y sin embargo, aparentemente, es tan clásico como sus ilustres antepasados en otros aspectos que tienen más que ver con la cama que con la vivienda. Tiene presuntos hijos ilegítimos a porrillo. Ahora le acaba de salir una nueva, pero no es la única. Todos ellos se enfrentan a dificultades tremendas para demostrar su filiación. Y es que el Rey, al contrario que otros soberanos europeos, tiene patente de corso. Te contamos la historia de ellos y ellas. Los hombres y mujeres que luchan por ser cuñados de Letizia.
Alberto I, un camarero catalán clavado a Juan Carlos I
Es ampurdanés, y se parece más Juan Carlos I que el propio Felipe VI, porque como él mismo dice «él es más Grecia que Borbón». En una entrevista expresaba su opinión sin cortapisas sobre el Rey: «Mi padre ha abusado, ha usado la Corona para beneficio propio. Ha hecho cosas, pero ha tirado demasiado para él. Sus rollos de mujeres y amantes… Le escribí una carta donde le decía que era un enfermo de poder y un avaricioso. Qué pueden esperar los españoles de un rey si no reconoce a su hijo». Si llegara a ser reconocido, su presunto hermano se especula que perdería la Corona. Y es que nuestra constitución sostiene que el sucesor de Juan Carlos I tenía que ser el hijo mayor varón. Te contamos cómo se enteró de que podía ser hijo del Rey. Su historia es apasionante