Gallego y amante de su familia, en el único apartado en el que parece que a Mario Casas no le acompaña el éxito es en el sentimental, y no porque le cueste tenga problemas para encontrar pareja, sino por lo difícil que le es mantenerlas. A lo largo de los años el actor, encasillado en papeles con aire de «malote», pero al mismo tiempo de personaje atractivo y conquistador, no sólo ha estado siempre muy bien acompañado en la pantalla sino también fuera de ella, con algunas de las actrices más guapas y seductoras del panorama interpretativo español. Lo malo es que, como recientemente le ha ocurrido con Desiré Cordero, la modelo sevillana que fue Miss España en 2014 y con la que empezó a salir el pasado verano. Los dos pasaron las navidades separados, con sus respectivas familias, y ahora han roto su compromiso porque, como dice ella, «para 2022 quiero ser madre, pero no es el momento ni encontré el padre aún». Blanco y en botella.
La novia extranjera
Tras romper con Blanca Suárez, a la que Mario Casas definía poco después como «alguien a quien quiero y aprecio mucho, es una gran actriz y es una amiga maravillosa y estupenda«, el gallego conoció a la actriz Déborah François. Ambos comenzaron su relación en el verano de 2020, después de grabar, cómo no, una película juntos. Se trababa de ‘El practicante’, para Netflix. La feliz pareja fue captada disfrutando de unas vacaciones en Mallorca y en Barcelona, donde ambos habían alquilado un pequeño apartamento. Déborah François, una belga de 33 años por entonces, era conocida por su papel protagonista en la película L’Enfant, la ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 2005. Recibió el premio Joseph Plateau a la Mejor actriz belga por su interpretación y ahí arrancó una carrera de éxito en el cine francés. Ha sido la única conquista internacional de Mario Casas, al menos conocida, y la última hasta la citada al principio Desiré Cordero.
