Belén Esteban lleva siendo foco de interés en este país desde 1995, cuando comenzó su relación con el matador de toros Jesulín de Ubrique. Desde entonces no sólo ha sido un personaje mediático, por sus constantes apariciones en televisión desde su entrada en el medio en el año 2000 como colaboradora del programa de Antena 3 ‘Como la vida’, que presentaba Alicia Senovilla. Ahora, la catalogada como ‘Princesa del Pueblo‘, ha insinuado en la versión ‘Deluxe’ del ‘Sálvame’, el espacio en el que aparece todas las semanas en Telecinco, que ha pensado dejar el medio. Aquí vamos a intentar descubrir los motivos no ya por los que quiere abandonarlo sino incluso los que parece que van a retrasar algún tiempo esa presunta ‘fuga’.
Belén Esteban, personaje postmoderno
Ha sido tal la repercusión mediática de Belén Esteban que incluso una profesora de Periodismo de la Universidad de Sevilla, María Lamuedra Graván, analizó la misma en su tesis doctoral. En ella hizo entrevistas en profundidad y grupos de discusión con 100 lectores de revistas femeninas semanales de España y Reino Unido, ya que comparaba la forma en que lectores británicos y españoles interpretaban los principales personajes que aparecen en las revistas del corazón, y llegó a tildar a la madrileña como un personaje postmoderno, por sus varias posibles lecturas, que encarnaría las contradicciones de una época en la que prima el mercantilismo, y propiciando el debate en la sociedad. La idea de que fuera una heroína post-moderna no tendría, por tanto, una consideración necesariamente positiva, especialmente para los más críticos con el sistema económico del post-modernismo.
