Se convirtió en todo un éxito de audiencia. No solo eso, la docuserie de Rocío Carrasco traspasaba la pequeña pantalla y políticos de gran nivel alabaron su valentía. Viendo el éxito que cosechó la hija de Rocío Jurado, su presencia en la cadena fue a más, incluso anunciaron a bombo y platillo una nueva docuserie. Un formato que aún no ha llegado. Por eso intentando volver a conseguir un éxito parecido, Telecinco se lanzaba a estrenar su nueva apuesta, que Julián Muñoz hablase de Isabel Pantoja y del Caso Malaya.
Una decisión que ahora mismo le trae por el camino de la amargura a la cadena. No solo eso, que aún no haya llegado la segunda parte de la docuserie de Carrasco, que se anunció su estreno para otoño, han convertido a estos formatos en una auténtica pesadilla para Telecinco.
Pero la polarización que creó su disputa con Antonio David, lastró la audiencia de la cadena
> De ahí que decidieran contratarla en La Fábrica de la Tele, la productora que había realizado su documental, muy amigos de Carrasco por cierto, para ejercer como defensora de la audiencia en Sálvame. Una decisión que al final salía como un tiro por la culata. Rociíto no causaba simpatía.
Desde la emisión del documental hasta su primera aparición televisiva, habían cambiado muchas cosas. Había hablado Antonio David Flores. También había hablado Rocío Flores, hija de Carrasco y protagonista del relato de su madre. Todas estas opiniones hicieron que la opinión pública se polarizara. Lo peor que esperaban desde Sálvame.
Esa polarización hizo que gente que veía el programa, lo dejase de hacer por ella. No solo eso, anunciar una segunda parte de la docuserie no hizo más que alimentar el rumor de que Rocío Carrasco estaba falta de dinero, por eso habría llegado la hora de hablar de nuevo en la pequeña pantalla.
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