Irene Rosales lo tenía claro y así lo hizo. La mujer de Kiko Rivera no tenía ninguna duda y ante una atenta Emma García lo confirmaba: dejaba la televisión. Lo hacía por varios motivos. El primero, no tener que contestar a más preguntas incómodas sobre las polémicas de su familia. Segundo, no responder ante nadie sobre las palabras de su marido. Y tercero, alejarse un poco del foco mediático. Objetivos que parece que están empeñados en que no se cumplan. ¿Por qué?
Irene está harta, quiere tranquilidad
>Ante esa información que manejaba Lydia, la prensa seguía apostada en el domicilio que la pareja tiene en Castilleja de la Cuesta. En pleno directo en Sálvame, la joven ha querido aclararlo todo. «Eso es totalmente incierto. Yo sólo he pedido apartarme de la televisión durante un tiempo y ahora alguien se ha inventado todo esto pero no existe ninguna crisis», afirmaba al micro de Sálvame.
En definitiva, Irene sigue empeñada en no querer seguir apareciendo constantemente en televisión. Pero las informaciones que no están parando de salir le están haciendo muy difícil su retiro. ¿Existe alguien que maneja los hilos para boicotear el descanso de la mujer de Kiko Rivera? Habrá que esperar a los próximos días para saber si el tema se desinfla o se vuelve la peor pesadilla para el matrimonio.
