Tras comunicar oficialmente su separación, Iker Casillas y Sara Carbonero ya hacen vida por separado. En esta ocasión ha sido la manchega la que ha disfrutado de una reunión de amigos de lo más entretenida en un restaurante italiano. Siguiendo con el camino que han tomado desde el comunicado de su separación, en esta ocasión la periodista tampoco quiso hacer ningún tipo de declaración sobre cómo se encuentra en esta nueva etapa de su vida.
Aunque la intención de ambos siempre ha sido zanjar todo tipo de rumores con la comunicación oficial de su separación, la existencia de unos presuntamente ‘polémicos’ audios del futbolista han perturbado la tranquilidad de la expareja. Al parecer, Iker Casillas los habría enviado a una persona de confianza, alguien que jamás pensaría que acabaría traicionándole. En estos audios presuntamente se escucha al guardameta decir que la culpa del fracaso matrimonial es suya. Ante la aparición de estos audios, Sara Carbonero prefiere mantenerse al margen. Con la relación entre Sara e Iker en entredicho debido a numerosos rumores que no paran de sucederse desde que se conoció la separación, el propio Gustavo González ha reconocido en el programa de ‘Sálvame‘ que al ex portero del Real Madrid «le ha costado dinero callar ciertas informaciones».
Sara está volcada en el trabajo, que ha sido su tabla de salvación estos meses. Y es que la manchega está centrada en su sección «Que siga el baile» en Radio Marca . El resto de su tiempo lo dedica al lanzamiento de la nueva colección de «Slow Love», la marca de ropa que Isabel Jiménez y ella lanzaron en el año 2015. Marca que se ha consolidado como una de las firmas de moda española de referencia en la actualidad.
Así, a pesar de que la sección radiofónica de Sara tiene lugar los martes y los jueves, esta mañana la periodista se ha desplazado a las instalaciones de Radio Marca acompañada por su representante. Mostrando la mejor de sus sonrisas, ha retomado sus compromisos profesionales tras la confirmación de su separación hace apenas 3 días.
En las últimas horas se ha especulado mucho sobre el contenido de unos audios que Iker habría mandado a una persona de su máxima confianza. En éstos no sólo admitiría que su matrimonio estaba roto, sino que él era el culpable del fin de la relación. Unas confesiones en las que el exportero desvelaría que su relación con Sara le asfixiaba – según publica el diario «La Razón» – y que, de hacerse públicas, cambiarían mucho la imagen pública que tenemos de Casillas.
