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Javier Tudela: «Hay gente que vive muy amargada y por poner una música a las diez de la noche llama a la policía»

Momentos previos a que Kiko Matamoros desvelase en Sálvame que Makoke y Javier Tudela le han denunciado por amenazas – después de que señalase que disponía de dos horas de grabación que dejaría en muy mal lugar a ambos – y que su exmujer quiere verle en el calabozo, pudimos hablar con el hermano de Anita Matamoros y preguntarle por una de las últimas polémicas en las que se ha visto envuelta su madre.

Javier Tudela

Y es que, al parecer, Makoke habría organizado fiestas ilegales en su casa de «La Finquilla» con futbolistas famosos incluidos, y ante el incumplimiento del toque de queda y el escándalo que estaban armando, una vecina habría llamado a la Policía, que se habría personado en la casa de la colaboradora.

Ahora Javier Tudela confirma, con matices y negando que cometiesen ninguna ilegalidad, la presencia de la Policía en su casa a las 22.00 horas porque una vecina está «amargada» y no permite que cenen en familia con la música puesta.

Sois noticia por las fiestas en casa de tu madre. ¿Quieres defenderte aunque sea? ¿Tienes algo que decir?

– «A ver, es falso. O sea, es falso. ¿Qué pasa? Que a nosotros lo que nos gusta es tanto mi novia, yo, mi hermana, mi madre, hacemos una cena habitualmente, cómo es algo normal, y ponemos música. Sólo que hay gente que vive muy amargado o muy amargada y por poner una música a las diez de la noche llama a la policía cómo si estuviésemos cometiendo un delito. Es totalmente falso y totalmente mentira, es más, os invito cuando queráis a cenar a mi casa para que veáis que no hacemos nada.»

El número era correcto, ¿no?

– «Es que no hay número correcto, somos convivientes más tres que es mi gato, mi perro y mi otro perro. Es totalmente falso, totalmente mentira, lo que pasa es que vivimos en estas circunstancias… Ahora mismo tenemos unas circunstancias muy complicadas tanto esta persona, usted y todo el mundo que lo único que queremos es salir un poquito de todo lo que está pasando. Si ponemos un poquito de música y lo pasamos bien… Además, es que es la vecina.»

Es la vecina la que se puso en contacto, ¿no?

– «Era la vecina, que cene con nosotros porque de verdad que nosotros no hacemos ascos a nadie. Lo único que intentamos es olvidar un poco, cenar y pasárnoslo bien, pero que te prometo que a las once y media estaba quitada la música que es el típico altavoz que tiene cualquiera en el baño de su casa.»

Entonces entiendo que no hubo policía ni nada.

– «Vino policía porque llama a la policía cómo si fuese eso una fiesta de 300 personas. Vino la policía y además le dije… Estaba la señora en la puerta de su casa, yo en la puerta de mi casa y vino la policía y dije que pasa. Le dije a la policía, por favor, pasad. Se asomaron perfectamente y dijeron lo siento, no podemos hacer nada y se fueron. Le dije que, si querían agua, queréis una coca-cola, queréis algo… O sea, pasad porque de verdad que somos los que estamos viviendo en mi casa.»

–  Por eso te queríamos preguntar porque solo sabíamos la otra parte.

– «Mi hermana se fue al día siguiente y cenamos. ¿Sabes que pasa? Que hay gente que vive como quiere vivir y nosotros lo que intentamos es desconectar, poner musiquita, cenar de buen rollo… Algo totalmente lícito que queremos pasarlo un poco bien.»

La policía ya estuvo y no vio nada.

– «Que no vio nada no, que entró en mi jardín y me dijo no te puedo decir nada, es que me voy por donde he venido. Lo que tiene que decir la señora Olga es que es totalmente falso y lo que tiene es que rectificar de sus palabras porque dijo que hubo denuncia y no hubo nada de nada, cero, y que por favor ya está.»

¿Y tu hermana Anita está en Milán ya?

– «Está en Milán ya y está todo muy bien. La despedimos ese día, lo pasamos muy bien y ya está. Aclarar que vino la policía a las diez y cuarto de la noche que no vino a las cuatro de la mañana. Que la música era a las diez y cuarto de la noche y el toque de queda en mi casa. Por favor, hay que dejar un poquito vivir a la gente y por favor, a la vecina que venga un día y se tome algo. Hay que ser feliz e intentar desconectar un poco de vez en cuando.»

Tu hermana Anita ha contado que el apellido Matamoros le ha podido llegar a perjudicar.

– «Todo perfecto, hasta luego. Que me voy, adiós.»