Kiko Rivera ha vuelto una semana más a su canal de Twitch y su ya famoso programa En casa con Kiko, para dar su opinión acerca de los últimos movimientos de su madre. En el día del 73 cumpleaños de Paquirri la tonadillera protagonizaba un feo gesto apenas unas horas antes de que su hijo conectara en directo con María Patiño, algo que fue uno de los temas principales de la charla. En ella, también hubo tiempo para comentar la marcha de su prima Anabel de Sálvame, el preocupante estado de salud de Isabel Pantoja o las enseñanzas que a la fuerza han hecho a Kiko madurar en este último año, y que es, según él, uno de los más complicados de su vida. Si algo ha aprendido es a tener los pies en el suelo y a seguir pase lo que pase el camino que algún día marcó junto a la gente que de verdad le quiere y aprecia.
Kiko Rivera se reconcilia con María Patiño y charla con ella largo y tendido
> En este cuarto directo de En casa con Kiko, ha podido mantener una conversación con María Patiño, la cual, en muchas ocasiones ha sido muy crítico con él y para la que en el pasado, el propio dj no tuvo muy buenas palabras. “Yo tengo mucho carácter”, comenzaba a relatar la periodista, “Lo sé, se nota que tienes carácter”, corroboraba Kiko riéndose y acto seguido admitía que en estos años ha aprendido algo, a no tener el dedo ni la boca tan largos. Y añadía algo que nunca se hubiera imaginado: “Quién nos iba a decir a nosotros que yo me iba a desahogar contigo…”
“Eso está más que olvidado”, le dejaba claro la presentadora de Socialité. “Yo no trabajo con la intención de un aplauso. No concibo el periodismo sin una actitud crítica. Me he ido moderando con los años. Antes era más visceral y llegaba a mi casa destruida porque yo soy muy sensible”, algo que a Kiko le sorprendía enormemente, pues estaba cumpliendo su cometido, conocer la verdadera cara de María. Esta, que ya había hecho los deberes contaba antes de entrar al quid de la cuestión que había intentado dar un toque de atención a Isabel Pantoja llamándola por teléfono antes de esta conversación con su hijo, aunque, tal y como esperaba no ha recibido respuesta.
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