Le conocimos como el hermano pequeño de Rafa Mateo, un apuesto joven que se presentaba al programa de Cuatro ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, pronto iría ganando popularidad hasta el punto de que los telespectadores olvidáramos la figura de su hermano y nos fijáramos únicamente en el potencial de Christopher. Una oportunidad que no ha desaprovechado, pues además de convertirse en el ganador de Supervivientes 2015, ha sido capaz de rodearse de los lujos más selectos y llevar una vida propia de un marajá. Esto no es algo que guste a todo el mundo y ha desatado las críticas en más de una ocasión. Si quieres saber cómo es ahora el día a día después de Honduras de Christopher Mateo sigue leyendo y no te pierdas nada.
Coches de lujo, avión privado, ropa de marca y abundancia a tutiplén
> Aunque su familia, no haya querido hacer gala públicamente del imperio que ostenta y del dinero que almacena en su cuenta bancaria, Christopher lo hace a lo grande. Un avión privado, ropa de las mejores marcas, Louis Vuitton, Gucci, Kenzo, Gyvenchi o Balmain, buggies, motos de agua, viajes al paraíso, planes VIP y una colección de coches de alta gama y deportivos entre los que destacan un Ferrari, un Lamborghini y un Mclaren naranja. Además, los caprichos van mucho más allá, pues se encuentra estudiando un curso de piloto de helicópteros, así lo contaba hace unas semanas desde sus redes: “En unos meses un nuevo piloto abordo”.
Pero, ¿cómo ha conseguido tener todo esto? En una entrevista que ofreció hace algún tiempo, confesó que obtiene beneficios de una fábrica de ropa, de negocios familiares en la industria de los hidrocarburos y de la música, una de sus grandes pasiones. No podemos olvidar los ingresos extra que reciba con su perfil en redes sociales. Es muy activo y también se gana la vida con esto. Su físico ha cambiado, se ha puesto a entrenar en el gym para conseguir un cuerpo de infarto y no duda en presumir también de él y de la idílica relación que mantiene con su nueva novia de quien hoy en día no conocemos su identidad, pues no la etiqueta en ninguna de sus publicaciones: «No pienses que te quiero, porque en realidad te quiero más de lo que piensas». ¡Está hecho todo un romanticón!
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