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Corinna deja por los suelos a Marta Gayà: las amantes del rey Juan Carlos, en guerra

La princesa alemana se ha convertido en la querida del emérito más famosa y popular entre la opinión pública, aunque las informaciones que trascienden sobre ella no son precisamente positivas. Sin embargo, no es Corinna Larsen ni la única ni la más especial amante del rey Juan Carlos. Marta Gayà también merece su lugar y debe ser recordada como una de las mujeres que más ha marcado al que fue jefe de Estado en España durante casi cuarenta años. Ella tiene su propia historia que contar… Te contamos todos los detalles sobre esta guerra mediática entre las dos ‘amigas íntimas’ del Borbón a continuación.

Corinna deja por los suelos a Marta Gayà

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> La mallorquina se hizo popular en la década de los años noventa y era vox pópuli que mantenía una relación sentimental con el rey Juan Carlos I. Su nombre se fue borrando de los titulares con el paso del tiempo y Corinna Larsen la precedió, consagrándose a ojos de muchos como la mujer que robó el corazón al entonces jefe de Estado. Sin embargo, desde el círculo íntimo del monarca abdicado se desliza que nada hay de cierto en las habladurías que sitúan a la princesa alemana en el pedestal del Borbón. “Se habla mucho de Corinna y de que Juan Carlos estaba muy enamorado de ella. Pero los amigos sabíamos que con la alemana era otra cosa que yo no describiría como amor. Ese sentimiento sólo lo he visto en el emérito, desde que le conozco con La Negra y con nadie más”, explicó un amigo íntimo del padre del rey Felipe a El Español, en clara alusión a Marta Gayá.

Tampoco ella se ha olvidado del rey Juan Carlos, a pesar de la relación que este mantuvo con Corinna Larsen y que se alargó cerca de diez años. Según ha comentado Pilar Eyre en varias ocasiones, ella es la única que se mantiene al lado del emérito en este nefasto momento que atraviesa, y lo acompaña a través de videollamadas o mensajes cuando la soledad le azota en Abu Dabi, a más de 7.500 kilómetros de su casa. Es por esto que no debe ser fácil para Marta Gayà que su nombre se haya esfumado de los diarios y que solo la princesa alemana sea reconocida como íntima allegada del Borbón. La germana ha jugado muy bien sus cartas en esta guerra mediática y ha logrado consagrarse a ojos de la opinión pública como la mujer que a punto estuvo de usurpar el puesto a doña Sofía, pero es la de Mallorca quien realmente casi le cuesta un divorcio a la griega.

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