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Isabel Gemio, como nunca antes: su sobrina le destroza y cuenta lo peor

Isabel Gemio tiene más frentes abiertos que nunca. Cada día nuevos datos salen a la luz sobre la forma de ser de la periodista, que no la dejan en muy buen lugar. Una mujer déspota, ególatra y nada caritativa podría ser la persona que se oculta tras una cara risueña que pide clemencia ante los medios de comunicación. Ahora, que se ha convertido en el perejil de todas las salsas después de la polémica entrevista que según muchos, buscaba desprestigiar a María Teresa Campos se encuentra entre las cuerdas. La última que ha querido dar su versión de los hechos ha sido una persona muy cercana a ella, hablamos de su sobrina Anabel. Una noche en Sábado Deluxe que prometía ser movidita y lo terminó siendo. Su relación no era nada buena pero ahora pende de un hilo tras desvelar todos los secretos que oculta la reputada y ahora repudiada comunicadora. Si quieres saber todo lo que dijo su sobrina de ella sigue leyendo te lo contamos con todo lujo de detalles a continuación.

Anabel Gemio acude al Deluxe y pone en evidencia a su tía

Isabel Gemio, como nunca antes: su sobrina le destroza y cuenta lo peor

> Una de las entrevistas más esperadas en unos momentos en los que Isabel Gemio está más en el candelero que nunca. Muy a su pesar, nuevos datos sobre su duro carácter que reposaban ocultos sin que nadie se percatara de ellos saldrían a la luz en Sábado Deluxe gracias a su sobrina, Anabel Gemio. Vuelve para contar la verdad, pues no sería la primera vez que se sentaría en los sillones del Deluxe, en 2010 ya acudió para asegurar que se sentía una esclava de su tía. Además de contar a todos los telespectadores la pésima relación que mantiene a día de hoy con su tía ha dado los motivos por los cuales su unión se ha resentido.

Hubo un tiempo en el que Anabel vivió con su tía pues pasaba una época complicada y necesitaba llenar sus bolsillos. «Le pedí dinero a mi tía Isabel porque estaba muy necesitada y no me lo dio» por ello tuvo que ponerse a trabajar para ella. Una mujer: “déspota con sus trabajadores y una amargada» a los cuales solo alimentaba con arroz y frijoles. «Siempre está enfadada con el mundo. Es su estado natural. No queríamos verla”. Tanto es así que afirma «nadie iba a visitarla» y su propia familia hasta podría tenerla miedo, según palabras de su sobrina.

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