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Adriana Abenia mata dos pájaros de un tiro: sale victoriosa y con pecho nuevo

Adriana Abenia está en boca de todos. Ahora que su vida ha dado un giro radical tras su intervención de cirugía de mama y el consecuente ingreso hospitalario que esto conlleva resurge de entre las cenizas. Totalmente recuperada ha querido explicar los motivos y razones reales que le llevaron a pasar por quirófano. Además ha enseñado ante todos los buenos resultados que ha conseguido y ha reflexionado acerca de lo que conlleva lucir nueva delantera. Si quieres conocer todo lo que ha dicho Adriana Abenia sobre este tema, quédate y no te pierdas nada.

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Meditada decisión con uno de los mejores

> Llegar a tomar la iniciativa para someterse a una dura operación no fue nada fácil para ella, pues tenía mucho miedo a que algo malo pasara en quirófano. Su incesante lucha no cesó hasta dar con el cirujano que le inspirara la confianza que necesitaba y dejara a un lado toda esa incertidumbre. «Fue una decisión compleja, sabía que me lo tenía que hacer con el mejor. Me daba pánico entrar en quirófano hasta que di con el doctor Iván Mañero. Por mis circunstancias necesitaba que me operaran con mascarilla laríngea, porque en la operación de tiroides me tocaron debido al bulto el nervio recurrente».

Cuando le preguntan cómo estaba y si le ha dolido, la presentadora lo tiene claro, nada de nada. No sabemos si se tratará de alguien del espacio exterior pues una intervención de este calibre suele ser complicada de sobrellevar al menos en el primer mes. Los dolores y presiones en el pecho, en la espalda e incluso de brazos pueden ser inabarcables para algunas personas. “No tuve dolor postoperatorio. No sé, igual tengo el umbral del dolor muy alto pero lo único que me molestó fue la espalda porque tenía que dormir incorporada”, confiesa dejando claro que está hecha de otra pasta. Nos preguntamos ahora si estará pensando en mejorar de nuevo su aspecto físico o si por el contrario ha quedado tan satisfecha con el resultado que por ahora no quiera recurrir al bisturí. Todo puede pasar, hasta entonces disfruta de su nuevo pecho y vida en uno de sus mejor momentos a nivel personal y sentimental. ¡Nos alegra que todo haya ido como la seda!

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