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Enrique Ponce lo pierde todo: se arruina tras el divorcio de Paloma Cuevas

El 2020 ha sido un año algo agridulce para el torero, marcado por el fin de su relación con la madre de sus hijas y por su incipiente romance con Ana Soria. De momento, el 2021 tampoco ha empezado demasiado bien para Enrique Ponce, y es que por lo visto está al borde de la ruina tras su separación de Paloma Cuevas. El diestro atraviesa por un momento muy dramático y la situación no tiene pinta de ir a mejor. ¿Quieres saber qué ha pasado y enterarte de todos los detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.

Una de cal y otra de arena

Enrique Ponce y Paloma Cuevas

> El pasado julio llegó a los quioscos de toda España una noticia que nadie esperaba sobre la crónica social: Enrique Ponce y Paloma Cuevas ponían punto final a su matrimonio tras más de 20 años unidos. Al parecer, la ruptura se venía gestando desde hacía tiempo y los problemas entre ellos no eran nada nuevo, pero la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus y el confinamiento que se impuso a la población retrasaron una separación que ya era inevitable. De hecho, en cuanto volvió a permitirse la movilidad entre las diferentes comunidades autónomas de España, Enrique Ponce hizo las maletas y abandonó el domicilio familiar para reunirse con Ana Soria, la nueva y jovencísima mujer que ahora ocupa su corazón. La guapa almeriense se convirtió en el soplo de aire fresco que el diestro necesitaba después del mal trago de decir adiós a la madre de sus hijas.

Con Ana Soria pasó el verano surcando el Mar Mediterráneo y se dejó ver libremente disfrutando de su amorío. Esta sobreexposición mediática no sentó nada bien a Paloma Cuevas, preocupada por que sus hijas sufrieran con las imágenes de su padre junto a otra mujer. De hecho, parece que así terminó ocurriendo, y según algunos rumores procedentes del círculo íntimo a la empresaria, la mayor ha empezado a sentir algo de inquina hacia Ana Soria. Toda esta nefasta situación se enmarca dentro de un proceso de divorcio que no termina de concluir. Mientras que la socialité ya ha estampado su sello en los documentos judiciales, Enrique Ponce se resiste a firmar los papeles para hacer oficial la separación. Resulta extraño, cuando menos, que sea él quien más se esté demorando, puesto que fue el primero en rehacer su vida.

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