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El drama continuará para Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz tras las Campanadas

Quedan horas para que acabe el año y Cristina Pedroche ya se está preparando para ser la reina de la noche. Su vestido, como todos los años en los que la colaboradora de Zapeando ha presentado las Campanadas, sigue ocasionando mucha intriga entre los ciudadanos. Sin duda, un gran momento para la mujer de Dabiz Muñoz que no se cansa de repetir, año tras año. La pareja disfruta este día como ninguno y estamos seguros de que, por unos momentos, lograrán olvidarse de todos los problemas que han sufrido este año. La realidad de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz detrás de las Campanadas, a continuación.

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Un nuevo y duro golpe para David y Cristina

> Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz son de esas parejas que parecen tenerlo todo: un matrimonio sólido y lleno de amor, unos negocios prósperos y éxito a raudales. Sin embargo, al igual que para la mayoría de la población, la llegada del COVID19 a nuestras vidas lo ha cambiado absolutamente todo. De repente, el negocio tan exitoso que había montado el chef, DiverXo, y que tantas alegrías le había dado, ha empezado a hacer aguas a pasos agigantados ante los atónitos ojos de su dueño. Primero fue el incendio de su restaurante en Madrid, lo que obligaba a desalojar a comensales y trabajadores.

“A los bomberos, sanitarios, Policía Municipal y Policía Nacional que nos asistieron a mi equipo y a mí. De verdad que no pudieron ser más cariñosos, amables y más empáticos. Sobre todo, ser tan empáticos con una situación en la que mi equipo y yo nos sentíamos asustados y sobrepasados por las circunstancias. Conviene recordar el maravilloso trabajo que hace toda esta gente, entre todos tenemos que apoyarlos y cuidarlos”, se pronunciaba el marido de Pedroche después del mal rato.

Y, tras la reapertura, el positivo en coronavirus por parte de algunos de los empleados supuso un nuevo varapalo para la pareja, quién de nuevo veía frustrados sus planes de poder retomar el funcionamiento normal del negocio. Y, para colmo, cuando ya por fin creían poder volver a abrir las puertas del restaurante, eran las restricciones impuestas en la capital las que obligaban a posponer la reapertura.

“Está siendo complicado para toda la sociedad, para la cocina y todos los gremios. Esperemos que se acabe pronto”, aseguraba el chef ante los problemas en el local.

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