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Alejandra Rubio: la lujosa vida de una estrella destinada al fracaso

Alejandra Rubio por fin ha conseguido lo que buscó desde su primera aparición televisiva: convertirse en una estrella mediática. La pequeña de las Campos hace honor a su apellido y, siguiendo con la tradición familiar, lleva una vida excéntrica repleta de lujos que no son normales para alguien de su edad. A sus veinte años, la nieta de María Teresa ha tenido dos casas, almuerza en los mejores restaurantes de Madrid y tiene bolsos valorados en más de 3.000 euros. Todos los periodistas están asombrados del ritmo de vida de esta joven, pues parece que solo trabaja cuatro horas a la semana en el programa Viva la vida. Pero, en Cotilleo.es hemos descubierto de donde viene el resto de ingresos de la hija de Terelu. Son completamente desorbitados, pero la fama tiene fecha de caducidad. Alejandra parece haber olvidado el final profesional que ha tenido algunos miembros se su familia y se está fundiendo el dineral que gana por apellidarse Campos ¿Acabará como su abuela, María Teresa? 

 

 

 

De un modesto apartamento a un lujoso piso de 1.800 euros al mes 

Alejandra Rubio casa > Nada más poner un pie en los platós de Mediaset, Alejandra Rubio dejó clara una cosa: su intención de volar sola. Esta voluntad, no se refería únicamente a su vida mediática. También estaba dispuesta a separarse de su madre e independizarse con su novio, Álvaro Lobo. Los jóvenes se fueron a vivir a un modesto apartamento situado en el centro de Madrid, concretamente en el barrio de Malasaña. Era una vivienda pequeña, adecuada para dos chicos tan jóvenes. A pesar de ello, estaba muy bien decorada y tenían todo tipo de comodidades. Para cumplir con estos gastos, Alejandra se valía de su canal de Mtmad, la plataforma digital de Mediaset, y de su trabajo como relaciones públicas de una discoteca.  

Los problemas en la pareja eran cada vez más frecuentes. Así que, decidieron dejar de vivir juntos y tomar caminos separados. En este tiempo, la hija de Terelu estuvo saliendo con un joven millonario cuya empresa genera 60 millones de euros anuales. Pero la joven no se dejó seducir por el dinero de este chico, y decidió retomar la relación con su exnovio, Álvaro. Empezaron así una nueva aventura sentimental que sufrió un cambio de escenario. Pasaron de vivir en el modesto apartamento de Malasaña, a alquilar un piso de lujo en una de las mejores zonas de Madrid: Aravaca. Poco ha trascendido sobre la nueva vivienda de Alejandra, pues parece no estar dispuesta a abrir las puertas de su nidito de amor. Sin embargo, algunos periodistas han averiguado muchos detalles sobre la excéntrica vivienda de esta chica de veinte años. Paga 1.800 euros al mes, tiene un vestidor, varios dormitorios, un gran salón y, lo que más nos ha sorprendido, ¡Es vecina de Carlota Corredera! 

Siguiente: ¿Cómo puede pagarlo todo? ¡Hemos averiguado cuánto gana! 

 

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Los caprichos más caros de la nieta de Teresa 

Alejandra Rubio en Viva la vida > Alejandra Rubio ha estado acostumbrada a llevar una vida de lujo desde que era pequeña. Su madre, Terelu, era una de las presentadoras más cotizadas de la época. Y su padre un empresario con bastante éxito en sus negocios. Por no hablar, de que María Teresa fue la periodista mejor pagada de la televisión. Es decir, que a Alejandra nunca le ha faltado de nada. Por ello, cumple con todas las tradiciones familiares, incluso con el lastre que persigue al apellido campos: es una auténtica derrochadora. Con tan solo 20 años se ha realizado multitud de tratamientos estéticos.  

Recientemente, muchos medios de comunicación recogieron la noticia de que, la nieta de Teresa, se había gastado más de 600 euros en elevarse los pómulos e infiltrarse unas vitaminas faciales. Aunque, si repasamos su historia mediática este no es su capricho más absurdo. Alejandra quiere hacer creer a su público que es una chica responsable con visión de futuro, motivo por el que está matriculada en una carísima universidad a distancia. El dinero que paga mensualmente por las asignaturas que está cursando, es una cantidad completamente desperdiciada. Pues, si no está en televisión, está divirtiéndose en algún lujoso restaurante o comprándose alguno de los caros modelitos con los que pretende seducir a la audiencia. O, al menos, eso es lo que muestra en sus publicaciones de Instagram. Esperemos que la gente se siga interesando por ella y no tenga el mismo final que su abuela: sin trabajo, sin público y, cada vez, con menos dinero 

 

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