Rocío Carrasco llevaba muchos años apartada de los focos y los medios de comunicación. En su día llenó las páginas de las revistas del corazón, a pesar de no tener una vida especialmente ajetreada. Desde que murió su madre Rocío Jurado, se retiró junto a su marido a vivir discretamente, protegiendo mucho su vida personal. En 2013 los numerosos conflictos con su exmarido y padre de su hija, David Flores, culminaron con la retirada de la custodia de la niña a su madre y desde que la pequeña Ro cumplió los 18 años en 2014, no se han vuelto a hablar.
¿ACEPTARÁ A HABLAR Y RECONCILIARSE CON SU HIJA?
Por el momento ha rechazado todas las propuestas y sus allegados aseguran que no tiene ninguna intención de airear públicamente sus trapos sucios, y que está muy cansada de toda esta situación, de disputas con su exmarido y con el revuelto que está provocado su hija mayor. Ahora mismo Rocío Flores vale más por lo que calla que por lo que dice, pero quien sabe si en un futuro aceptará una buena suma de dinero por hablar por fin de su vida familiar.
