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La maldiciĆ³n de Gran Hermano: muerte, tragedia y dolor

Gran Hermano ha sido uno de los realities que ha revolucionado la televisiĆ³n. A lo largo de sus dieciocho ediciones, muchas cosas les han ocurrido a los concursantes. Ha habido de todo, rosas y espinas. Cuando todo indica que no habrĆ” Gh29, hacemos un repaso por los episodios mĆ”s dolorosos sufridos por quienes fueron habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra. Llegaron con una maleta cargada de ilusiones pero la suerte les fue esquiva. Hay quien se atreve a hablar de maldiciĆ³n.

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Del cielo al infierno

> Ana Toro se enrolĆ³ en la aventura de la octava ediciĆ³n de Gran Hermano. Se presentĆ³ como publicista y en palabras de Mercedes MilĆ”: ā€œHa sido de las mejores concursantes que han vivido en la casa de Guadalix de la Sierra; de las mejores personas que forman la lista de valientes que un buen dĆ­a, contra viento y marea, contra la opiniĆ³n, a menudo, de la familia, deciden probar suerte y meterse a convivir con compaƱeros desconocidos. Ana Toro nos hizo sentir de todo y por encima de todo nos hizo reĆ­r, reĆ­r muchoā€.

Pues bien, aquella concursante risueƱa comprobĆ³ como el reality se volvĆ­a en su contra:  ā€œGran Hermano me ha arruinado la vida. Yo era publicista y creativa, de familia bien, con dinero, con piso en una de las mejores calles de Madrid. Ahora no me hablo con mi familia, me han tachado de loca y me han querido convertir en una friki. Me he venido a vivir a Torrevieja (Alicante) y aquĆ­ estoy muerta de asco. Profesionalmente, el programa te arruina la vida y ya no te contrata nadieā€.

Cuando Ana realizĆ³ esas declaraciones estaba embarazada. QuerĆ­a ser madre y se mantuvo firme en su propĆ³sito. Le aconsejaron que abortara pero se negĆ³. Tal como ella habĆ­a hecho pĆŗblico, tenĆ­a ante sĆ­ un panorama desolador. A esto se uniĆ³ que el padre de su hija la abandonĆ³ en cuanto supo de su estado de buena esperanza. La ex concursante de Gran Hermano se encontrĆ³ sola y en situaciĆ³n lĆ­mite.

Sin recursos, la publicista y su hija, Olivia, tuvieron que entrar en una casa de acogida. En ese difĆ­cil momento, Mercedes MilĆ” la agarrĆ³ de la mano. Ana estuvo en el Deluxe para explicar su terrible momento. Dada su facilidad para los idiomas, manifestĆ³ que querĆ­a aprender noruego para probar suerte en esos lares. Desde entonces, nada mĆ”s se ha  sabido de ella a nivel mediĆ”tico. QuizĆ”s estĆ© en Noruega, paĆ­s en el que afirmĆ³ le gustarĆ­a recalar para volver a empezar.

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