Cada cierto tiempo, surgen nuevos personajes televisivos que parecen reciclar a otros que van perdiendo peso. Quizás no sea buena noticia que los referentes televisivos salgan con frecuencia de realities o programas de dudoso contenido moral, pero la realidad es esta. Mediaset se ha convertido en la cantera de los «celebrities» de los últimos tiempos. Supervivientes, Gran Hermano o Mujeres y Hombres y Viceversa han «parido» a los personajes de los que todo el mundo habla en los cafés de la oficina.
Pero ¿quiénes son estos celebrities nacionales?
Belén Esteban
> Con Belén Esteban nació algo más que una estrella mediática. Nació una forma de ver y entender la televisión. Nació la idea de desnudar (simbólicamente) a una persona, exponerla absolutamente, romperla y luego repararla. Y todo eso en riguroso directo y en prime time.
Belén surge de una ruptura sentimental con una niña en brazos y del sentido de oportunidad de un grupo de comunicación visionario como ningún otro. Belén nace de una estrategia empresarial perfecta. Sin escrúpulos.
Pasan los años y Belén sigue en el mismo lugar. Ha cambiado, ha pasado por muchos momentos, buenos y malos, pero permanece sin tener muy claro que le quiera ceder el testigo al resto de celebrities que están en constante fabricación.
La Veneno
> La historia de la Veneno es una historia tragicómica. Si piensas en el personaje, te parece divertido, pero si te centras en la persona, hay una historia muy triste detrás.
Nacido José, pero convertido en Cristina, La Veneno fue una prostituta a la que Telecinco rescató de las calles por ver su potencial televisivo. Era la década de los 90, y los contenidos de los programas nocturnos ya empezaban a virar hacia lo que conocemos hoy. La Veneno era ese personaje esperpéntico que tanto gustaba por conciliar dos mundos tan antagonistas. El lujo de los focos y la miseria y el miedo de la prostitución y las calles.
Trató de construirse una vida mejor a partir de su vida televisiva. Apareció en series y en películas, publicó un disco y hasta escribió sus memorias. La vida fue tan cruel con ella que precisamente cuando iba a presentar su libro, tuvo un accidente y falleció sola en la bañera de su casa.
Tamara, Ambar, Yurena o María del Mar
> Fue otra de las primeras celebrities de la cadena. En su caso, no está claro si ella es consciente de su personaje o se cree a sí misma. Quizás esa es la clave de su éxito.
María del Mar es una chica vasca que llega a Madrid con el sueño de triunfar en el mundo de la música. Se junta con gente que la asesora mal, pero logra sacar un tema, que increíblemente se hace viral. Toda España ha tarareado en algún momento el popular No cambié. Lo cierto es que a ella no le gusta, y jura no volver a cantarlo nunca más.
Pero poco importa. María del Mar ha muerto, el público sólo ve a Tamara. A partir de aquí, Mediaset la pasea por sus realities y sus programas. Tiene problemas con su nombre y se lo tiene que cambiar varias veces. Además, en algún momento de su carrera nos presenta a su madre, que en cierta medida se convierte en otro personaje más, Ángela Seisdedos.
Kiko Hernández
> Kiko Hernández es uno de los personajes más afortunados de este listado. Quizás es el más listo, que no inteligente, y ha sabido tomar la riendas en las decisiones más importantes. Ha dejado que Mediaset le ayude, pero no que le utilice.
Hernández participó en una de las primeras ediciones de Gran Hermano. De ahí, empezó a colaborar en varios programas de la cadena por su fama de caradura y cínico. Pero desde el principio ha sabido preservar parte de su vida en la intimidad.
Kiko Hernández separa perfectamente su vida pública y su personaje, de su vida privada. Precisamente, esta puede ser la clave que a otros les cuesta mucho conseguir. Su estrategia ha sido tan buena que dicen que se codea con las altas esferas de la cadena. Además, en más de una ocasión ha asumido la dirección de algún programa en sustitución de los presentadores titulares.
Víctor Sandoval
> Podríamos decir que Víctor Sandoval ha hecho el recorrido inverso al de Kiko Hernández. Él comenzó siendo presentador de programas de crónica rosa con cierto prestigio (Mamma Mía) y ahora suplica que le den trabajo en varios momentos de su carrera.
A Víctor Sandoval le interesaba todo. La tele, el cine y la música. Llegó a hacer sus pinitos en los tres aspectos, pero se cruzó en su vida el arquitecto Nacho Polo. Aunque se casaron y fueron temporalmente felices en Miami, su ruptura significó también la quiebra emocional de Sandoval.
Mediaset lo acompañó en ese momento tan delicado, paseando su vulnerabilidad y su histrionismo en todos los programas de la cadena. ¡Qué bien contar con un buen amigo en momentos tan delicados! Sea como sea, a Sandoval no le importó hacer caja de un episodio tan duro y a día de hoy sigue trabajando para la cadena.
Alba Carrillo
> Carrillo parecía la chica perfecta. Una chica mona y educada que luchaba por abrirse paso en la profesión de modelo. Se presentó a un programa de televisión y tuvo un par de relaciones con dos deportistas: Fonsi Nieto y Feliciano.
Y eso le cambió la vida, o mejor dicho, la cambió a ella. De la chica modosita y discreta, pasó a ser una mujer despechada y deslenguada que se fue construyendo un personaje. En un momento en el que la sociedad reclama el empoderamiento de la mujer, Mediaset se ha topado con Alba.
Carrillo es la mezcla perfecta entre dos mundos. Aparece en un reportaje naif del Hola a la vez que se desarma en el confesionario de Gran Hermano. ¿Se puede ser más todoterreno?
Hugo Castejón
> Hugo Castejón parece querer sumarse a esta tendencia que han marcado personajes como Alba. Ellos son personas con una cierta cultura (en el caso de Castejón en bastante más amplia que la de Alba) a los que la fama les ha llegado de rebote, y han decidido aprovecharla.
Debido a su imagen, o a la apariencia de venir de otro mundo, su caché suele ser más elevado que el de otros personajes más «esperpénticos», pero en realidad no dejan de vender lo mismo. Rupturas trágicas, provocaciones constantes e incomprensión global es lo que les hace salir a la palestra.
Hugo Castejón ha decidido encarnar el papel del villano de esta edición de Gran Hermano. Es una decisión muy meditada que a buen seguro le paseará por los programas de la cadena y reportará muchos beneficios económicos cuando salga.
Podríamos seguir enumerando un sinfin de personajes con el mismo perfil: Aramis Fuster, Aída Nizar, Yola Berrocal, Dinio,… son otros ejemplos de la mercantilización de Mediaset con la dignidad de las personas (con el consentimiento y beneficio de ellos mismos, ojo). También están los hijos de o maridos de: Gloria Camila, Antonio David Flores, Sofía Suescun, Sofía Cristo, Nagore Robles… Algunos han sido carne de una temporada y otros todavía permanecen. Lo que parece que está claro es que la sociedad de consumo adora a estos personajes que, con frecuencia, surgen de la nada y Mediaset convierte en «alguien». ¿Tenemos la televisión que nos merecemos?
