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Nervios en Casa Real tras confirmarse las peores sospechas sobre Juan Carlos

Todo empezó con don Juan Carlos y su afición por los deportes de vela. A parte de las competiciones, el emérito se pasaba las horas muertas en alta mar para disfrutar junto a su familia de los paseos en el Fortuna, el yate oficial de Casa Real. Ahora, ya no queda nada de esos buenos tiempos y la embarcación solo les está provocando varios quebraderos de cabeza. Es como si sobre el navío pesara una extraña maldición de la que no pueden deshacerse. ¿Quieres saber más sobre esta rocambolesca historia? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.

El yate de todos los españoles

Nervios en Casa Real tras confirmarse las peores sospechas sobre Juan Carlos

> La historia de esta embarcación en la que la familia real ha pasado tan buenos momentos se remonta a varios años atrás. Lo cierto es que han sido numerosos yates los que han pasado por los Borbones, pero a todos se les ha bautizado con el mismo nombre. Con el primero de ellos, don Juan Carlos llegó a participar en las Olimpiadas de 1972. Son muchos los recuerdos ligados al Fortuna, algunos más buenos que otros. El último barco que se le conoció a la Corona fue un regalo de veintidós empresarios baleares y del propio presidente de la comunidad autónoma insular. Se lo concedieron en el año 2000, y ese mismo momento pasó a manos del Patrimonio Nacional.

Esto significa que los 22.000 euros que costaba llenar el depósito del yate, más el salario de los ocho miembros de la tripulación, salían del bolsillo de todos los españoles, solo para el disfrute de nuestros monarcas, su familia y amigos. La ciudadanía soportó este despotismo durante unos cuantos años, hasta que las consecuencias de la gran crisis de 2008 empezaron a hacer mella en la situación económica de la población. Ya no se veía con tan buenos ojos que Juanito y compañía se pasaran el verano surcando el Mediterráneo mientras que la tasa de paro superaba el 25%. Conscientes de que se les podrían echar encima en cualquier momento, desde Casa Real decidieron deshacerse del Fortuna en 2013. Poco se ha vuelto a saber del navío, hasta este momento. Vuelve a estar de actualidad por culpa de una especie de maldición que pesa sobre él.

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La maldición del Fortuna

Nervios en Casa Real tras confirmarse las peores sospechas sobre Juan Carlos

> A priori, que una embarcación haya sido propiedad de una casa real durante tantos años puede parecer un buen reclamo de venta. Sin embargo, no ha sido el caso del Fortuna. Cuando la Corona decidió prescindir del yate, no tardó mucho en recibir las primeras ofertas. Finalmente, la empresa Baleària decidió adquirir el navío por algo más de dos millones de euros. Al parecer, su intención era desguazarlo y quedarse solo con algunas piezas. Por desgracia para la compañía, el proceso de sustraer las partes en las que estaba interesada era demasiado caro, por lo que decidieron abandonar su objetivo y volver a poner a la venta el barco de la discordia.

De momento no les ha salido nada bien. En 2014 volvió a estar disponible en el mercado, rebautizado con el nombre de Foners. Su precio inicial era de cinco millones de euros, pero tuvieron que rebajarlo en más de un millón porque no aparecía ningún interesado. A día de hoy sigue sin aparecer. ¿Por qué nadie quiere comprar el yate que otrora permaneció a la familia real? El reparo de los posibles compradores puede venir de los problemas que la embarcación presentó durante una buena temporada. Aunque no hubo que lamentar heridos, en el Fortuna se llegaron a vivir momentos de tensión por culpa de unos cuantos fallos mecánicos. Sigue leyendo para descubrir los viajes accidentados del navío.

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Los viajes accidentados del Fortuna

Nervios en Casa Real tras confirmarse las peores sospechas sobre Juan Carlos

> El más reciente tuvo lugar en abril de 1995. El todavía rey don Juan Carlos disfrutaba de un agradable paseo en el Fortuna junto a su mujer, la reina Sofía, y sus dos hijas, las infantas Cristina y Elena. La primera todavía estaba soltera y la segunda aún no se había divorciado de Jaime de Marichalar, también presente en el yate en ese momento. La familia real presenciaba desde su posición privilegiada las pruebas de vela del trofeo Princesa Sofía, cuando de repente sonaron todas las alarmas. Por culpa de un fallo eléctrico, se declaró un incendio en la embarcación y se llegaron a vivir momentos de auténtica tensión. El navío quedó fuera de servicio y los Borbones tuvieron que ser remolcados a puerto por los barcos que los escoltaban.

Pero hubo otro percance que sufrió el Fortuna que llegó a sonar allende nuestras fronteras. Ocurrió durante el mes de agosto de 1988. Nuestro Juanito viajaba en compañía del príncipe Carlos de Inglaterra, que ha disfrutado de numerosos veranos en Palma de Mallorca junto a la familia real. El emérito quiso presumir de parajes ante la realeza británica y se adentró en la bahía de Sóller para mostrarle la belleza del paisaje. Con tan mala suerte que, según recogió El País en aquel momento, otro cortocircuito dejó la nave inmovilizada. Una vez más, tuvieron que ser remolcados a puerto. Aún así, el heredero al trono inglés quedó en cantado con su visita. Pero no ha sido el único pasajero VIP de esta embarcación.

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Los pasajeros VIP’s del Fortuna

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> Por sus instalaciones han pasado todo tipo de personalidades importantes, tanto nacionales como internaciones. Ya se ha comentado anteriormente que el príncipe Carlos de Inglaterra ha disfrutado de numerosos paseos a bordo del Fortuna, pero también la que fuera su mujer, Diana de Gales, aunque a ella no le entusiasmaba tanto como a su marido su estancia en Palama de Mallorca. “El primer viaje me lo pasé entero con la cabeza metida en el váter. Lo detesté, me sentí muy incómoda”, reveló Lady Di a Andrew Morton, un periodista amigo suyo.

Los que sí lo pasaron en grande fueron los Aznar. El que fuera presidente del Gobierno y su mujer, Ana Botella, también han sido de los pocos afortunados que han podido compartir junto a don Juan Carlos una travesía por el Mediterráneo. Pero, sin duda, el matrimonio más mediático que ha pasado por el Fortuna ha sido el formado por los Clinton. Era verano de 1997 y Bill y Hillary disfrutaron del clima balear arropados por la familia real española, que no dudó en subirlos a bordo de su preciada joya, que hoy aguarda un nuevo dueño.