Las infantas Elena y Cristina desean disfrutar de unos días de descanso. Ambas están deseosas de reencontrarse. Se espera que Cristina aterrice en la isla una vez que don Felipe, doña Letizia y sus hijas den inicio a lo que se conoce como vacaciones privadas. Sin embargo, antes de que llegue ese momento, algunos miembros del clan Borbón han tomado precauciones para no tener que aguantar los feos y humillaciones de la reina. Doña Letizia ha montado en cólera al conocer que nuevos integrantes de su familia política quieren hacerle boicot. La reina está tocada y hundida. Sigue leyendo. Te lo contamos todo a continuación.
Doña Letizia, en punto muerto
> Doña Letizia está muy enfadada. No lleva bien que su familia política la tenga en el punto de mira. Sin duda, don Juan Carlos, doña Sofía y las infantas Elena y Cristina se están tomando la revancha. Desde que la periodista arribara a Zarzuela, mucho han cambiado las cosas. Los que ayer eran ya no son. Los reyes eméritos y sus hijas han perdido todo el poder que tenían.
Cuando hablan en privado, don Juan Carlos y doña Sofía no dudan en afirmar que no reconocen a su hijo. No comprenden cómo ha podido cerrar filas en torno a Letizia y a ellos dejarlos desprotegidos. Los reyes eméritos se sienten a merced de una nuera a la que consideran su peor enemigo. Según ellos, a doña Letizia se le ha subido el poder a la cabeza y lo está utilizando como arma de venganza.
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Elena y Cristina hunden a su cuñada
> Las infantas Elena y Cristina están más unidas que nunca. El hecho de que sus padres las apoyen totalmente les ha dado alas. Ya no tienen miedo a Letizia y piensan desquitarse. Testigos mudos de lo vivido en la familia real durante estos años han sido los nietos de don Juan Carlos y doña Sofía. Sin embargo, nada de lo ocurrido les es ajeno. Han visto sufrir a sus abuelos y a sus madres por culpa de la reina. De ahí que hayan hecho una petición. Los niños y niñas Urdangarín y Marichalar no quieren coincidir con tía Letizia y así se lo han hecho saber.
Está previsto que los hijos de la infanta Cristina viajen a Palma antes que su madre. Estarán al cuidado de la infanta Elena y doña Sofía. Se repartirán en las casas construidas dentro de Marivent. Ante su petición de no querer coincidir con la reina, las infantas Elena y Cristina les han dado su palabra de que harán todo lo necesario para evitarles el mal trago. Las infantas consideran que es justo lo que piden porque también son damnificados del huracán Letizia.
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Doña Letizia se gana el odio de sus sobrinos
> Los hijos de la infanta Cristina están muy dolidos con doña Letizia. No olvidan los feos que les ha hecho cuando han coincidido en Palma. Hace un par de años, doña Letizia se negó a acudir a una excursión que el rey organizó con sus sobrinos. Tampoco transigió con que sus hijas fueran. A esto hay que añadir las lágrimas que han visto verter a su madre por culpa de tía Letizia.
En el caso de Felipe y Victoria Federica de Marichalar, ni olvidan ni perdonan lo ocurrido en Palma durante la misa de Pascua. Adoran a su abuela materna y por ahí no pasan. De hecho, días después, demostraron su apoyo público a doña Sofía con gestos que denotaban el gran cariño que sienten por ella. Por otro lado, también están muy dolidos tanto con don Felipe como con doña Letizia por el hecho de que han apartado a su madre de la actividad institucional. Era uno de los quehaceres favoritos de la infanta. Sus hijos la han visto muy tocada por el ostracismo al que la han sometido y es algo que llevan clavado dentro.
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Leonor y Sofía, unas desconocidas para su familia
> Leonor y Sofía apenas han tenido trato con su familia paterna. La única persona que ha hablado abiertamente sobre el asunto es doña Sofía. Estaba muy tocada cuando lo explicó en su círculo más íntimo. Ocurrió durante un viaje a casa de su hermano Constantino en Porto Heli, Grecia. Allí se explayó sobre la terrible situación que vivía. Culpó a doña Letizia de apartarla de sus nietas menores.
Ni las infantas Elena y Cristina ni sus hijos tienen contacto con la princesa Leonor y la infanta Sofía. En este sentido, la reina ha puesto mucho empeño para que sus hijas no quedaran salpicadas por el escándalo Noos. De ahí que las haya apartado de los primos Urdangarín y, de paso, de los Marichalar. Tampoco don Juan Carlos ve a las niñas. Así las cosas, la heredera y su hermana son unas auténticas desconocidas en el clan Borbón.
