Son muchas las salidas de tono que ha tenido Letizia Ortiz desde su llegada a la familia real española. Y aunque para casi todas ellas ha optado por correr un tupido velo y hacer que el tiempo las llevara al olvido, no siempre ha sido así. Gracias a la publicación de un libro hemos podido saber que la Reina ha tenido que entonar el mea culpa en alguna ocasión para no poner en peligro la institución a la que representa.
Una amistad por la que puso en peligro la corona
> Doña Letizia es fiel a aquellas personas a las que quiere y en las que confía. Por eso, cuando el nombre de uno de sus íntimos saltó a la palestra por el caso de las tarjetas black, ella no dudó en mostrar su apoyo incondicional a Javier López-Madrid. El empresario mantenía una amistad desde hace años con Felipe VI y la Reina pronto tuvo afinidad con él. Algo que, curiosamente, no le ha ocurrido con casi nadie del círculo del monarca. A la mujer del jefe de Estado le dio igual que su amigo fuese interrogado por un juez para saber si financió con dinero B al Partido Popular en la operación Púnica.
Es más, creyó firmemente en su inocencia y así se lo hizo saber. Letizia hizo uso de su teléfono personal (cuyo número tienen contadas personas) y le escribió. «Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (‘miss you!!!’)», decía. Y aunque aquel WhatsApp dio la vuelta al mundo, no ha sido hasta ahora cuando hemos conocido qué es lo que realmente pasó a raíz de aquí.
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