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Letizia en la encrucijada: los medios internacionales avergüenzan a la Reina

Aunque es afortunada y ocupa el lugar en el que muchas mujeres querrían estar, Letizia Ortiz no está del todo conforme con lo que conlleva estar casada con el jefe de Estado de nuestro país. Ser la reina consorte aporta beneficios pero también supone hacer importantes renuncias ante las que ella se resiste. La que fuera presentadora de los Informativos de TVE se salta el protocolo con más asiduidad de la que debería como te detallamos a continuación y eso podría traer graves consecuencias.

Alarmante apoyo a la corrupción

Letizia en la encrucijada: los medios internacionales avergüenzan a la Reina

> En plena oleada de escuchas secretas y casos de corrupción, el nombre de Letizia Ortiz salió a relucir. Es cierto que Felipe VI ha demostrado, por ahora, una transparencia absoluta y se ha mostrado fiel a las obligaciones de su cargo, pero su mujer ha estado a punto de mandar todo al traste a causa de unos mensajes que la pusieron en el disparadero. Durante muchas semanas el contenido de los WhatsApp que se intercambió con Javier López Madrid hicieron temblar a Zarzuela, donde se vivieron momentos muy convulsos y difíciles.

“Te escribí cuando salió el artículo de lo de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!!)”, le decía a su amigo Javier López Madrid cuando fue condenado a seis meses de prisión en el caso de las Tarjetas Black. Este apoyo hacia el yerno de Miguel Villar Mir, vinculado a distintos casos de corrupción del PP e incluso acusado de acoso sexual, es completamente inaceptable por parte de la reina de España. Pero este es solo el comienzo de una larga lista de los momentos en los que Letizia se ha olvidado (queriendo) de su cargo. Entérate de más a continuación.

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El terrible desaire a su suegra

Letizia en la encrucijada: los medios internacionales avergüenzan a la Reina

> A pesar de que ha pasado prácticamente un año, aquellas imágenes de la familia real en la misa de Pascua siguen dando mucho que hablar. Aquello marcó un antes y un después e hizo temblar los cimientos de la monarquía, ya bastante dañada por otros polémicos asuntos. La reina Letizia despreció públicamente a su suegra y arrastró a sus hijas a hacerlo. Se vivieron momentos muy tensos a las puertas de la catedral de Palma. La madre de Felipe VI quiso ejercer de abuela orgullosa y no pudo. Su intención era fotografiarse con sus nietas pero su nuera obstaculizó el posado. El monarca tuvo que intervenir para que aquello no llegara a mayores mientras que el emérito observaba incrédulo (y enfadado) la escena desde la lejanía.

El revuelo que se formó al emitirse esas imágenes fue descomunal. Tanto, que Letizia se vio obligada a entonar el mea culpa. Y no es que saliera públicamente a decir ante los medios que se había equivocado sino que tuvo que aceptar participar en una orquestada estampa de cordialidad con la que disipar de una vez por todas los comentarios. Aprovechando la intervención quirúrgica del rey, las dos reinas, la princesa de Asturias y la infanta posaron juntas a las puertas del Hospital Universitario Sanitas de La Moraleja. Todas ellas se esforzaron por arrojar una imagen de férrea unión y armonía. Pero Letizia ha tenido más salidas de tono que merecen ser recordadas.

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Los gestos que han hecho enfadar a distintos colectivos

Letizia en la encrucijada: los medios internacionales avergüenzan a la Reina

> La personalidad de doña Letizia es muy fuerte. A pesar de que es la reina, ella no está dispuesta a ser infiel a sus principios. Impone sus pensamientos y creencias frente al deber, le dan igual las normas. En este sentido, destacamos la enorme falta de respeto que tuvo durante su último viaje a Covadonga. Cabía pensar que Ortiz se relajaría en su tierra, pero lo único que hizo fue sentirse más poderosa que nunca y ponerse el mundo por montera. Letizia no comparte el fervor religioso. De hecho, al entrar en la Santina no se santiguó. Tampoco se persignó en el funeral de la infanta doña Alicia de Borbón-Parma.

Es cierto que hizo está bautizada y que hizo la Primera Comunión. Además, se casó con Felipe de Borbón mediante una ceremonia religiosa. Eso sí, optó por este tipo de boda únicamente por obligación. La Casa Real no contemplaba otra opción posible. Pero está claro que si por ella fuera, su “sí, quiero” hubiera sido íntimo y civil. De hecho, su primer matrimonio con Alonso Guerrero Pérez fue así por expreso deseo de ambos.

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Su nula vocación de servicio público

Letizia en la encrucijada: los medios internacionales avergüenzan a la Reina

> Uno no elige de quien se enamora, pero Letizia sabía dónde se estaba metiendo cuando empezó a quedar con el entonces príncipe de Asturias. Ella era consciente de que, si todo iba bien, pasaría de ser periodista a ser reina. Automáticamente quedaría al servicio del Estado. Y aunque se ha esforzado en prepararse para cumplir con su nueva labor aprendiendo historia, idiomas y protocolo, lo de ser reina se lo toma como un trabajo más. Su empeño en renovar la monarquía pasa por convertir a los reyes en trabajadores del pueblo, en funcionarios. Es decir, su intención no es otra que cumplir con un horario. Y como su puesto es privilegiado, se permite elegir: de lunes a viernes, fines de semana y vacaciones libres.

Salvo casos excepcionales e inamovibles como días históricos, doña Letizia no trabaja los fines de semana. En eso no cede bajo ningún concepto. A las personas encargadas de organizar su agenda les ha impuesto tener sábados y domingos blindados. Exige que esas sean sus jornadas de descanso semanal. Ambos días los intenta emplear en sus hijas, con las que hace planes secretos como rutas de senderismo. También aprovecha muchas veces para visitar en Asturias a su abuela Menchu Álvarez del Valle, cuya salud está debilitada. Además, es habitual que salga con su marido al cine o a cenar por el centro de Madrid como cualquier otra pareja.

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Un armario poco acorde a su cargo

Letizia en la encrucijada: los medios internacionales avergüenzan a la Reina

> Cada vez que aparece en un acto público, todos los ojos se posan en ella. Los looks de doña Letizia son analizados al detalle tanto aquí como en la prensa internacional. A pesar de que suele hablarse de ella como una de las royals europeas mejor vestidas, lo cierto es que también protagoniza patinazos estilísticos que no gustan nada a su familia política. Tanto doña Sofía como sus hijas, las infantas Elena y Cristina, siempre se han distinguido por escoger atuendos recatados, clásicos y, por qué no decirlos, aburridos. Se esperaba que la reina siguiera esta senda, pero como ya sabemos, ella usa las reglas solo para romperlas.

Son muchos los actos oficiales en los que Letizia se olvida de su importante papel institucional y se comporta como si fuera una auténtica estrella de Hollywood. A veces se toma los eventos como si fuera a una red carpet. La reina tiene el don de ir de un extremo a otro en solo unas horas. Tan pronto se enfunda un sobrio diseño de Varela con el que se echa unos cuantos años encima como que apuesta por prendas sexies y totalmente inapropiadas para su cargo. Una actitud por la que recibe numerosas críticas, especialmente de los expertos en protocolo, que consideran esto una aberración.