Llevan poco más de un mes quedando, y aunque los comienzos de toda relación son una auténtica luna de miel, Kiko Matamoros ya está viviendo en primera persona los sinsabores de su incipiente noviazgo con Cristina Pujol. Una primera crisis que se produce por la aparición de ella en la pequeña pantalla. En Sálvame ha ofrecido una entrevista que marcará, sin duda alguna, un antes y un después. Las declaraciones de la nueva mujer más buscada de la crónica social podrían convertirse en el último desengaño amoroso del exmarido de Makoke.
El corto camino de la verdad
> Mientras todos hablaban de su posible affaire con Sofía Suescun, Kiko Matamoros echaba leña al fuego, avivaba los rumores y jugaba con maestría al despiste. El que fuera cuñado de Mar Flores siempre ha sido todo un estratega. Porque lo que realmente estaba haciendo era desviar, de manera intencionada, las miradas hacia la hija de Maite Galdeano con la única finalidad de poder tener unos inicios tranquilos con Cristina Pujol. Una mujer ajena a los medios de comunicación, hasta ahora.
Cuando el colaborador anunció en directo en Sálvame que tenía una relación con ella, la lanzó a la palestra. No sabemos si fue o no premeditado, pero él sabía mejor que nadie que las consecuencias de este acto eran irreversibles y le acarrearían infinidad de problemas. De repente, todos ojos se posaron en ella y se convirtió de la noche a la mañana en el objetivo más buscando. Cristina, la mujer que ocupa el lugar que ha dejado Makoke en el corazón de Kiko, ha destronado en pocos días a pesos pesados del mundo del colorín. Ahora la que importa a la audiencia es ella, y por eso los datos de su vida han empezado a ver la luz.
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Las declaraciones más esperadas
> Cristina, que tiene su residencia fijada en Albacete aunque es de Barcelona, ha tardado muy poco en romper su silencio. Ella insistía en que quería seguir haciendo su vida lejos de la fama de su chico. Pero, como le pasa a la mayoría, se ha dejado cegar enseguida por los flashes. Así, ha hablado largo y tendido con el reportero Sergi Ferré. Una conversación en la que ha querido poner fin a todas las especulaciones que han surgido acerca de su trabajo, su edad, su pasado…
«He trabajado bailando, he hecho stripteases, mis shows… Fue hace años, no tengo nada que esconder porque no he hecho nada malo y a Kiko le da igual”, aseguraba. Además, aunque todo esto le pilla de nuevas, Cristina ha demostrado que tiene mucho carácter y ha amenazado con recurrir a la justicia y denunciar a aquellos que intenten manchar su imagen. Algo que resulta muy curioso si tenemos en cuenta que la primera persona que habló mal de ella en público fue su hijo mayor, Jonathan.
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Una doble vida, al descubierto
> Cristina trabaja como dependienta y se lamenta porque cree que esta repentina notoriedad va a hacer que dejen de contar con ella. Insiste en que quiere ser anónima. Kiko la cree y la defiende contra viendo y marea. De hecho, también anuncia que tomará medidas legales contra los que den información que atenta contra el honor y la intimidad de su nuevo amor. Está dispuesto a todo por ella, es lo que tiene el amor…
Sin embargo, la incoherencia está delatando a Cristina. Su última jugada no es tan maestra como pensaba. De hecho, puede hacer que su relación se llegue a su fin de manera precipitada. La novia de Kiko está presente en Sálvame por voluntad propia. A pesar de que se derrumbe diciendo que esto le quede grande, por detrás mueve fichas. Así, ha enviado a la dirección del programa un vídeo del fin de semana en el que se ve a Terelu en un discoteca disfrutando de una buena fiesta con su hija, Alejandra, varias amigas de esta…
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Un aviso que se empeña en no ver
> Kiko pone la mano en el fuego por Cristina. Ella le ha dicho que no tiene nada que ver con la grabación de ese vídeo y que, por tanto, tampoco lo ha mandado. Pero Matamoros ha recibido una bofetada de realidad por parte de la cúpula de Sálvame. Sus jefes le aseguran que han recibido un WhatsApp de esta mujer con las imágenes y con el siguiente texto: Terelu, mucho criticar pero mira qué bien se lo pasa en la discoteca de Kiko.
El padre de Laura Matamoros está en una situación complicada que tendrá que resolver a la mayor brevedad posible. Y aunque lo está pasando mal, asegura que si desde el programa le demuestran esta deslealtad de Cristina, romperá ipso facto con ella. Un desengaño muy temprano para el que no está preparado. Sobre todo, porque ha hecho caso omiso a los avisos que le han dado sus compañeros. María Patiño ya le ponía en preaviso gracias al testimonio de sus fuentes. «Es una mentirosa profesional», le decía.
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Las ilusiones de una nueva etapa, al traste
> Como decía El Canto del Loco en una de sus canciones, ya nada volverá ser como antes. Un tema que bien podría ser la banda sonora que acompaña ahora a Kiko. Su corazón se rompe y sus planes se van al traste de manera precipitada. Cabe recordar que ya estaba planeando incluso comenzar una convivencia con Cristina. Quería que ella lo dejara todo y se instalara en Madrid con él. Se acaba de alquilar un piso y le gustaría que se convirtiera en el nidito de amor de ambos.
Además, a Matamoros le va a costar hacer borrón y cuenta nueva y olvidarse de esta explosiva mujer a la que han llegado a comparar con Angelina Jolie. Y no solo porque está «muy enamorado» de ella sino porque todo apunta a que Cristina tiene aún mucha guerra que dar. Además, quiere darla. Ha visto en la televisión un enorme filón. Si se le acaba el chollo de estar con Kiko, podría visitar platós y conceder diferentes entrevistas… Ha nacido una estrella.
