Parecen tener vidas paralelas, pero precisamente todas las similitudes que existen entre Miriam Saavedra y Mónica Hoyos es lo que hace que no se puedan soportar. Entre ellas saltan chispas, los polos iguales se repelen. Tras incontables batallas, la ganadora de la última edición de Gran Hermano VIP ha jugado con maestría sus cartas y ha dado un golpe en la mesa que ha dejado K.O a Mónica.
Dos caminos paralelos que nunca se unirán
> Nacieron en el mismo país, Perú, decidieron dedicarse al mundo del espectáculo y ambas han cruzado el charco y se han instalado en España. Mónica Hoyos y Miriam Saavedra tienen un pasado con numerosas similitudes. Pero esas cosas en común no han hecho que se unan y que surja una amistad entre ellas sino todo lo contrario. Enamorarse del mismo hombre, Carlos Lozano, ha hecho que un entendimiento entre ellas sea completamente imposible.
Eso sí, él es solo el origen de una mediática guerra que se recrudece por momentos. Ambas forman parte de un peligroso círculo en el que todo valen y con el que solo buscan hacerse daño la una a la otra. Un juego que está empezando a cobrarse víctimas a pasos agigantados. Y está claro que en esta pantalla, el Game Over es para Mónica Hoyos. La madre de la única hija de Carlos Lozano está tocada y hundida por su máxima rival.
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La convivencia: el primer asalto
> Para situarnos en el principio del fin tenemos que remontarnos al pasado septiembre. El día 13 del citado mes es la fecha en la que supimos que no habría vuelta atrás. Ambas entraban a concursar a la casa de Gran Hermano VIP. Nada más verse sabíamos que darían mucho juego. Mónica y Miriam eran conscientes de que los ojos de la audiencia estaban puestos en ellas y estaban dispuestas a sacar la artillería pesada. En lo que no recayeron fue en las terribles consecuencias que esto traería.
Después de tres meses de continuas peleas y de provocar que la casa más famosa de Guadalix de la Sierra estuviera dividida, Miriam se convirtió en ganadora del concurso. La peruana se levó el maletín de los 100.000 euros en una gala en la que destacó la ausencia de Mónica. No quiso ver cómo su rival lograba un triunfo, para ella, inmerecido y puso rumbo a Miami. Además, este viaje hizo que se pujara muy alto por un futuro cara a cara entre ambas. Y ese momento ha llegado.
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El guion de una telenovela
> El equipo de Sábado Deluxe ha logrado que se produzca un histórico cara a cara entre las peruanas más famosas de nuestro país (con perdón de Isa Pantoja). Ambas pisaron el plató de Mediaset y se encargaron de dejar claro a toda velocidad que llegaban dispuestas a acabar para siempre con el enemigo. Solo una podía alzarse con el título de princesa Inca y dieron rienda suelta a su maldad para conseguirla.
Con Jorge Javier Vázquez como mediador, se producía una escena surrealista, con dos malas malísimas muy histriónicas que parecían sacadas de un alocado cuento. Miriam no tardaba en asegurar que Mónica «está enamorada» de ella. «Yo no estoy enamorada de ella, no soy yo la que se emborrachó y quiso meterla en mi cama», contestaba esta ante la atónita mirada de los allí presentes.
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Jaque mate
> En su lucha por ver a quién se concedía la corona Inca, Mónica y Miriam dieron lo mejor de sí mismas (o lo peor, según se mire). Así, la primera intentó que el público que solidarizase con ella explicando los motivos que la llevaron a ausentarse de la final de GH. «No fui por mi hija, no quería que viera ese espectáculo», decía. Añadía un poco más de drama asegurando que tuvo estrés postraumático al salir de la casa y que un médico le recomendó no formar parte de ese broche de oro al concurso que la ha marcado para siempre.
Por su parte, Miriam, que se volvió a meter a la audiencia en el bolsillo, dijo de su enemiga que es «una trepa envidiosa».»Mónica no está a la altura de mis enemigos, es una reventada”, aseguraba. La joven peruana utilizó todos los descalificativos posibles este último cara a cara. Y parece que la jugada le salió bien. La noche acabó con una nueva victoria y con su tradicional ritual para celebrarla: el baile del gusano.
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Un reinado con muchos sinsabores
> Pero no todo son buenas noticias para Miriam Saavedra. Su popularidad está descendiendo y ve con tristeza cómo su tirón mediático poco a poco cae. Carlos Lozano ha desaparecido de su vida y también de la de Mónica, así que ese valioso filón ya no lo tiene. El triángulo amoroso ha llegado a su fin y, por el momento, no hay atisbos de un nuevo asalto. El emblemático presentador de El precio justo atraviesa un momento delicado tras la muerte de su padre y quiere alejarse de este tóxico ambiente.
Miriam tiene, además, un nuevo enemigo. Eso sí, de esta disputa no puede hacer caja ya que es su representante con la que se bate en duelo. Antes de entrar en GH pactó con Pilar Yuste que esta se llevaría un alto porcentaje del premio. Sin embargo, Saavedra ha decidido emprender medidas legales y ha recurrido a un equipo de abogados para hacer que este acuerdo no se lleve a cabo. Esto le está suponiendo un importante desembolso de dinero que le cuesta recuperar. La peruana apenas tiene bolos y sus ingresos disminuyen. ¿Estamos ante una princesa destronada?
