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Zarzuela pone en marcha la Operación Letizia para salvar a la reina

Doña Letizia no consigue empatizar con una parte de la sociedad. Pasan los años y las cosas siguen como aquel día en que pidió a don Felipe que la dejara terminar de hablar. Se interpretó aquella interrupción con una muestra de su carácter y se le adjudicó el calificativo de mandona. Aunque no se le puede poner ni un pero en su faceta profesional, la reina necesita un milagro para que se la perciba cercana y relajada. En Zarzuela saben que hay mucho en juego y de ahí que hayan creado la Operación Letizia. O lo consiguen, o adiós a la monarquía, temen los altos funcionarios de palacio que han diseñado esta partida de ajedrez que se jugará sobre un tablero llamado España.

Fin de una época

Letizia

Está marcado que la reina vaya perdiendo protagonismo en favor de Leonor. No es que su figura vaya a evaporarse, ni mucho menos, pero como reina consorte su papel va a sufrir un cambio hacia un perfil más bajo. Quizás con eso logren los funcionarios de palacio humanizarla y, por tanto, salvar su imagen. No es una tarea fácil pero doña Letizia ya ha dado muestras de que su fidelidad a la institución es inquebrantable. En Palma lo ha demostrado sobradamente. Es el fin de ciclo de la segunda parte del reinado de Letizia. La tercera requiere de otros gestos y maneras.

No siempre lo que mal empieza, mal acaba. Don Felipe está convencido de que doña Letizia es muy capaz para el papel que desempeña. La reina debe tomar conciencia de que no es lo que ella quiere, sino lo que demandan los demás. También comprender que la monarquía no es un funcionariado de alto grado con horario establecido. Hay que estar siempre al pie del cañón.