La semana pasada Ángel Garó fue detenido por una presunta agresión a su ex pareja, hecho que se suma a un tormentoso currículum donde no faltan denuncias de otro de sus ex, una denuncia por insultos y amenazas a varios policías valencianos y una acusación de suplantación de identidad. Ayer en humorista entró por teléfono en ‘Sálvame Naranja’ tras haber emitido el programa, que había explicado su punto de vista sobre el tema: «No se comporta como una persona humana. Tiene cuatro o cinco caras. El otro día invitó a sus amigos, le preparé una sorpresa y él se pone muy contento y cerró la puerta de un portazo. Hubo un enfrentamiento verbal y le digo, me voy a mi casa. Luego veo que no llevo las llaves y él no me dejaba salir, por lo cual me hice hasta pipí. Tuve que forcejear con él, no sabía como actuar y estaba nervioso. Al final trinqué las llaves, pero es que estos hechos son continuos y yo no quiero hacerle daño. He aguantado por amor y he denunciado porque me han obligado y en el móvil tengo todas las pruebas».
Tras ser informado por Paz Padilla de que su ex les había facilitado unas fotografías muy comprometedoras que también ha hecho llegar a la policía, Garó se intentó excusar con su currículum laboral y los premios que ha recibido, síntoma de su nerviosismo: «Gracias por las palabras de apoyo. Hay que dar la cara y yo la voy a dar. Yo no he querido a hombres, he querido a hombros. No puedo hablar, le tengo cariño a él y a su familia. Se sabrá cuál es el problema. Me parece muy mal que los medios no se hagan eco de que puse al Teatro Cervantes en pie. Y tampoco del premio que me dieron por mi talento en mi ciudad junto a gente de la Nasa. Yo nunca he tenido un altercado con él en la calle. Eso sí, a partir de ahora se abre la veda. Él tiene un diagnóstico, y no puedo hablar más. Yo tengo más de cien premios y soy un profesional. Estoy muy tranquilo y sobre las contradicciones tengo que decir que no se puede preguntar a nadie sobre sus parejas».
El discurso incoherente de Garó llama la antención: por un lado a El Mundo le explicó que Darío no era su novio, y ayer afirmó que sí y que lo negó porque se lo preguntaron «de primeras». Por otro lado negó haber protagonizado altercados en la calle, cuando varios testimonios dicen lo contrario. Y por último, el humorista habló con desprecio de ‘Sálvame’ tras haber hablado de forma amistosa e incluso elogiosa en el programa. Pinta mal la historia y a Garó ya no le sirve ni el bagaje laboral para tapar su vida repleta de escándalos. Y éstos podrían expandirse, ya que Darío ha firmado con un representante y podría estar preparando visita al ‘Sábado Deluxe’ para desgracia de Garó, que no sabe cómo salir de ésta.
