Irene Junquera ha dejado sus labores en Atresmedia Televisión, donde colaboraba en Zapeando y El Chiringuito de Jugones, para convertirse en la nueva copresentadora de All you need is love…o no. Al frente este programa sobre historias de amor estará Risto Mejide, escudado por esta joven periodista que vivió sus primeros pasos en la profesión al lado de Josep Pedrerol: primero en Punto Radio, más adelante en el mítico Punto Pelota de Intereconomía y por último en El Chiringuito de Jugones. En estas dos últimas tertulias futboleras su misión era la de leer los mensajes de los espectadores, pero pronto en la profesión se fijaron en ella y Junquera voló hacia el entretenimiento: primero en Zapeando y posteriormente al lado de Frank Blanco en Europa FM.
Pero muchos desconocen la vida de esta periodista que el pasado 17 de marzo decía emocionada adiós a El Chiringuito, programa donde en los últimos tiempos había venido ejerciendo de tertuliana para defender a su Real Madrid. Y estaba emocionada porque al lado de ese equipo ha madurado como profesional y como persona, ya que hace casi cuatro años conoció al medallista olímpico Cristian Toro, que le besaba con pasión tras su último éxito en los Juegos Olímpicos.
Sobre su novio le han preguntado en ciertas ocasiones, en algunas con mala baba. El Mundo le tiró de la lengua: ¿Hay algo mejor que un orgasmo? E Irene no se cortó: «No hay nada mejor, la verdad. Hay cosas que pueden equivaler, como cuando te metes debajo del edredón en invierno o tirarte a la piscina en verano. También una tarde con mis perritas». También deja claro que el tamaño importa: «En un jugador de baloncesto y poco más… ¡Qué mentira más grande! (se ríe) (…) Un cuerpo a cuerpo con tu chico. Eso es lo mejor para ponerte a sudar de lo lindo». Aunque por ahora no hay boda: «No, no, no, no. De momento no. ¿Sabes que pasa? Que no siento esa necesidad de casarme. Estamos muy bien y cuando tenga que llegar, llegará. Ahora estamos centrados en vivir el día a día».
Pero a Irene le interesa sobre todo su trabajo. De Pedrerol dice que «¡controla todo! El público del plató alucina con él porque no se le escapa ningún detalle. Mantiene la tensión desde el principio hasta el final, no nos podemos relajar nunca…». En Zapeando también tuvo grandes sensaciones: «La verdad es que me lo paso muy bien, teniendo por ejemplo a Miki Nadal al lado lloras de risa… hace cosas que no te esperas porque se sale de guion, y yo recuerdo momentos en los que he llorado. También me acuerdo de un día que estábamos grabando un videoclip, y me subí a la silla de maquillaje y peluquería y me caí. Aunque fue doloroso, me reí mucho. Yo creo que es importante reírse de uno mismo». Y a Laura Gadea, la sustituta de Junquera en El Chiringuito, la vez cada vez mejor: «Yo la veo bien y cada vez más cómoda. Es una chica muy tímida y veo que poco a poco se va soltando. He hablado con ella y me dice que cada vez está más a gusto. Es cierto que es un papel muy complicado porque tienes que esperar a que te den paso, a veces la interrumpimos… estuve muchos años haciéndolo y es difícil. Ella está cómoda y lo hace bien, y además es muy maja».
