Pipi Estrada está de vuelta. El periodista deportivo asturiano ha concedido una entrevista a ‘Exclusiva Digital’ donde analiza el aterrizaje de Carmen Borrego en televisión: «Parece que se ha cansado de ser la tercera en discordia y ha pasado a ocupar la primera plaza en la parrilla televisiva. Estaba cansada de estar en una plano demasiado discreto donde pesaba que no se le reconocía o agradecía los favores prestados». Estrada recuerda que la hija menos conocida de María Teresa Campos «es muy hábil, maneja los tiempos como nadie y ha ido a televisión y entre elogios y piropos se ha sentido grande. Me consta que las Campos se quieren… A su manera».
Y añade: «En Carmen tuve a una cómplice en los momentos mas duros tenía con Terelu, en esas ocasiones en que me ponia las maletas fuera de casa (…) Me decía que para querer a Terelu hay que ser su madre». Dice que la guerra del clan con Mila Ximénez «me produce curiosidad igual que asco»: «La historia de Mila Ximenez con las Campos nunca fue sana, era un ser despreciable para ellas…Recuerdo que cuando María Teresa era la reina de las mañanas les decía a sus colaboradores, vosotros la reventáis que yo la voy a defender. Luego quedé a comer con Mila y me ponía a parir a la madre y a la hija. No tienen sintonía personal ni profesional y ambas partes sienten desprecio».
Pipi señala que su relación con Mila es cordial y vuelve a la carga sobre Carmen: «Es jugona, es muy irónica. Utiliza mucho la ironía, la sátira y el sarcasmo, donde se siente protagonista». Recuerda al antiguo novio de Carmen, el ex productor de los programas de su madre Rafa García, «era un superviviente y ahí no tenía ni voz ni voto». También cuenta su visión sobre la relación entre María Teresa y Bigote: «Para ella su pareja es un trofeo y se siente orgullosa de pasearlo. Ella presume de independiente, pero es una gran dependiente». Por último, también recordó que cuando el participó en Supervivientes el clan lo tildó de «friki», pero ahora el reality-show es «un concurso blanco que merece la pena. Cómo cambia la vida». Y tanto que cambia: ahora Estrada no cuenta sus pormenores sexuales con Terelu.
Recuerden que el colaborador de El Chiringuito ha llegado a contar cosas como estas: «Nuestra primera noche fue en la suite María Teresa Campos del hotel Conde Duque y hubo fuegos artificiales. Hicimos el amor nueve veces» (…) «Si estábamos en un restaurante, nos íbamos al lavabo a consumar; si nos subía la libido mientras dábamos un paseo en coche, parábamos para aliviarnos» (…) Ellas, teóricas de la moral y la dignidad, en ese momento calificaban de ‘frikis’ y de ‘mafia calabresa’ a las personas para las que trabajan ahora. Aunque hoy soy un defenestrado y un olvidado… formo parte de su pasado. La historia se puede negar, pero no borrar. Gracias al Pimpam, Terelu está en Sálvame. Denunció a Telecinco por la emisión del Pimpam por 200.000 euros. Llegaron a un acuerdo extrajudicial y le ofrecieron trabajo tanto a ella en el programa de Jorge Javier Vázquez como a su madre en ¡Qué tiempo tan senil! Deberían estarme agradecidas».
