El sufrimiento de María Teresa Campos está compensado por ciertas satisfacciones personales. Ya saben: el palo y la zanahoria, en este caso también para Carmen Borrego. Por un lado la malagueña sufre como Sálvame pone como un trapo a su novio, del que insinúan ruina e infidelidades. Y por el otro la ex reina de las mañanas aplaza su jubilación a golpe de contrato de larga duración con Mediaset mientras sus ojitos derechos, sus hijas, siguen colocadas en primera línea mediática.
De hecho esta semana abren Semana, dicen que a cambio de 60.000 euros a pachas, y Terelu ya sueña con volver a presentar tras varios años en el dique seco. De todas las formas, la hijísima mantiene un notable salario en Sálvame con la que tapa pufos, hipotecas y desmanes añejos. También pasa por caja Bigote Arrocet, ese al que el clan Campos lo intentó dibujar como un empresario de éxito. Tras desempolvar cierres y deudas, hasta María Teresa se ha visto obligada a filtrar que el chileno le prestó dinero a ella. Ja.
Pero su novio hace de tripas corazón y tras rentabilizar los supuestos cuernos en el ¡Hola! y tras hacer caja con la supuesta ruina en Sábado Deluxe, se frota las manos esperando el gran pelotazo que podría ser para él Supervivientes, en el que de irle de cara las cosas se podría embolsar casi medio millón de euros.
Aun así la gran alegría para Teresa es la salvaje irrupción en estos últimos meses de Carmen Borrego, eterna directora de sus magazines matinales (Coto Matamoros decía que era tan torpe que parecía que trabajaba para la competencia) y que ahora se ha reciclado en estrella rosa tras dirigir algunos shows en algunas autonómicas del sur. Pero Carmen, de la que se valora una naturalidad que parece que no aprendió en el seno familiar, ahora es una estrella. Y eso que entró al plató casi de puntillas, en uno de los debates de Las Campos. Pero poco a poco se ha ido haciendo un hueco y aprovecha todo lo que se le cruza por el camino.
De hecho la vemos invitada cada semana a Sálvame, ha dado exclusivas en revistas rosas, ha participado como entrevistadora en Sábado Deluxe y hasta colaborará en El Debate de la próxima edición de Supervivientes, vía crucis que intentará digerir con una sonrisa su madre pensando en su porvenir y la de las suyas.
¿Qué aporta Carmen en los diversos magazines de Telecinco? Una autocrítica nunca vista en el clan familiar, un sentido del humor también desconocido en el hogar materno. Recuerden que Carmen ya concedió una exclusiva en Diez Minutos en la que desveló cómo se tomó el nacimiento de Las Campos: «Al principio me asusté, no porque no creyera en él, sino porque sé que a mi madre le afectan muchas las cosas en este momento de su vida. Es un ámbito distinto y no es igual hablar en un plató, que en tu casa. Ella era consciente de la repercusión. El programa puede dar lugar a que opinen desde todos los ámbitos, desde los que la respetan mucho por su trayectoria, como los que, en el uso de su libertad, puedan decir lo que les parezca, algo que les pasa a todos los que en televisión tienen mucha notoriedad. Ya lo advirtió, por propia experiencia, Jorge Javier Vázquez«.
También la hija desconocida de María Teresa decía que no le molestaba ser la menos conocida de la familia, pero en los últimos tiempos ha jugado teatralmente a incentivar un supuesto pique «del patito feo»: «He sido la menos mediática porque he querido serlo. Nunca he querido estar delante de la cámara. Esto lo he hecho por mi madre y por mi hermana. Y luego, una vez que lo he hecho, me he sentido bien. Soy una enamorada de mi trabajo, es lo que he querido hacer y lo que sigo queriendo hacer. Es con lo que me sigo ilusionando cada día. Lo que pasa es que la televisión cada día está más complicada y cada vez se pueden hacer menos cosas».
