El productor José Luis Moreno no gana para disgustos. Y es que esta misma semana ha tenido que ver publicado que más de cuarenta trabajadores de su última serie, Reinas, le reclaman más de 100.000 euros. Una de sus productoras se ha apresurado a señalar que estas deudas se abonarán «antes de Semana Santa», pero la serie histórica se ha visto envuelta en la polémica por varios asuntos: en primer lugar su coste, alrededor de doce millones de euros, en segundo su calidad, calificada por la crítica de «bochornosa», y en tercer lugar por sus audiencias, ya que Reinas se ha convertido en una de las series con menos audiencia en el más de medio siglo de TVE.
Recuerden que TVE contrató Reinas a través de Indiana Pictures, sociedad que no tiene deudas con Hacienda, ya que la Corporación Pública no puede firmar contratos con empresas con deudas con el fisco. Pero Indiana acabó subcontratando los servicios de José Luis Moreno, que debe más de tres millones y medio de euros a la caja común. No sabemos si con el dineral facturado se ocupará de éstas, pero sea como fuere el ventrílocuo es incapaz de alejarse de la polémica en cada proyecto que pone en pie.
En los últimos años al productor le han acusado de incumplir un contrato para gestionar un contrato público, de no pagar a sus trabajadores, de acosar a uno de ellos, de sobornar a políticos, de meter dinero en la caja B de algunas formaciones políticas, de que algunas cadenas públicas le perdonen dinero, de tener a sus actores sin contrato, de inventarse su currículum, de chantajear a las cadenas de televisión, de forzar a programas del corazón para que no entrevistasen a algunos de sus enemigos, de quebrar empresas por sus lujos, de inventarse proyectos que no iban a llevarse a cabo, etc.
Es cierto que algunas de estas acusaciones se han evidenciado como inciertas, de hecho salió absuelto del Caso Palma Arena, pero la colección de escándalos es tal que José Luis Moreno es incapaz de mantener el prestigio de antaño. Tampoco le ha ayudado a ello que sus apariciones en Hable con ellas acabasen como el Rosario de la Aurora. En su primera visita Yolanda Ramos le afeó una deuda laboral y él se largó, y en la segunda el programa emitió un audio en el que el empresario amenazaba supuestamente a Sandra Barneda con «cortarle el cuello».
¿Y su vida personal? Poco se sabe de ella, excepto a que Moreno afirma tener ex mujeres e hijos que el público no conoce. Hasta el momento las revistas del corazón insinuaron relaciones sentimentales con algunos actores que estaban en sus producciones, pero él hablaba en Vanity Fair de su particular manera de entender el amor: «Mi familia sí sabe quién ha estado a mi lado. En una ocasión mi hermana me dijo: ‘Oye, no nos dejes que nos encariñemos con Argiroula o con Luis, si luego lo vas a dejar, o te van a dejar’. Conocen, por tanto, la galería de personajes que han estado cerca de mí, pero no han sabido más de lo que han visto sentados en un sillón. Porque no me parece… Sobre todo cuando tú sabes que no perteneces a ninguno de los grupos establecidos, porque lo sabes, lo notas desde el principio, desde que tienes 20 años, dices: ‘¡Qué maravilla todo, qué gusto vivir, sentir! ¡Poder querer! ¡Poder estar acompañado o no estarlo!».
