Bertín Osborne se encuentra en el punto de mira constante de todos. Su exposición es máxima y a él, realmente, plin. Tal y como le dijo Xavier Sardà: «tú no quieres gustarle a todo el mundo». Su postura en contra de Podemos, sus comentarios sobre los chistes de «mariquitas» y sus chascarrillos respecto a las mujeres y la cocina han hecho de Bertín un show que los portales digitales han tachado de «cuñadismo». Un término muy 2016 que nos negaremos a usar en este caso.
El cantante, en su programa Mi casa es la tuya, recibía en su última edición al actor Roberto Álamo, ganador de dos premios Goya, y hablaban sobre su último papel en la película De ratones y hombres donde Álamo interpreta a un personaje con discapacidad intelectual, para cuya preparación y formación contó con la ayuda de su pareja, «una de las mayores eminencias colombianas en síndrome de down y autismo».
La conversación transcrita literal era la siguiente:
Roberto Álamo: Es muy difícil, tú lo sabes. El autismo…
Bertín Osborne: Es de los más difíciles, sí.
R. Á.: Un autista no muestra ningún tipo de emoción.
B. O.: Empatía ninguna. Eso para los padres es horrible. En la fundación nuestra tenemos algunas familias con niños y de niñas… y los padres lo pasan fatal, porque es probablemente… Por ejemplo, mi hijo es el más cariñoso del mundo, todo el tiempo te quiere abrazar, besar y ‘papi tal’. Sin embargo un niño o una niña con autismo es…
R. Á.: Es terrible, es terrible.
B. O.: Es un ente distinto y entonces los padres se frustran y es terrible.
Palabras desafortunadas q no acompañan el pensamiento ni el sentimiento hacia los niños con autismo y sus familias. pic.twitter.com/5cfVhLiwON
— Bertín Osborne (@BertinOsborne) February 16, 2017
Esta conversación, que por supuesto no lleva ningún tinte de maldad, se ha interpretado mal por parte de ciertos padres de niños con autismo que no han dudado en mostrar su desacuerdo en redes sociales exigiendo las disculpas públicas por parte del presentador de Telecinco. Bertín ha utilizado su Twitter para dejar un vídeo y aclarar las desafortunadas palabras que según él, no acompañan al pensamiento ni al sentimiento respecto a los niños con autismo y sus familias.
