El Langui protagoniza la campaña «Se buscan valientes» del 12 meses, 12 causas de Mediaset. El cantante explicó este fin de semana su caso: «Yo sufrí acoso, pero tuve valientes que dieron la cara por mí. Siempre les explico a mis hijos como tienen que comportarse, que cuando vean una situación de acoso no formen parte de ello. Hemos redefinido la palabra valiente».
Y añadió: «Aquí no hablamos a la víctima, aquí mandamos un mensaje directo a la sociedad. A partir de ahora ellos son los valientes, los encargados de derribar el círculo del acosador. Ser valiente es dar la cara ante una situación de injusticia y posicionarte del lado del que está solo. Sacar tus sentimientos, no a base de puños, sino desde corazón».
Jesús Mariñas, presente en el plató de ¡Qué tiempo tan feliz!, relató también su caso: «De pequeño sufrí acoso escolar, me atemorizaban. Cuatro niños me acosaban constantemente». El periodista habló por primera vez sobre esta circunstancia aprovechando la presentación en el programa de la campaña. Esta acción de Mediaset se inspira en el modelo finlandés KiVa, definido por el portal Psicología y Mente de esta forma: «El método utilizado en el programa KiVa consiste en no centrarse en la dialéctica de la confrontación entre víctima y acosador (ni tratar a la víctima para que sea más extrovertida ni intentar cambiar al acosador para que desarrolle empatía) sino que se basa en la actuación sobre los alumnos testigos que se ríen de tal situación. En muchos casos, estos espectadores interiorizan que lo que pasa es normal, incluso divertido, aunque tengan una opinión subyacente diferente. Lo que se pretende hacer a través del método es influir en dichos espectadores para que no participen indirectamente en el acoso».
Jesús Vázquez también admitió el caso de Bullying que sufrió al presentar un programa sobre el tema en Cuatro: «Para mí ha sido el mayor reto al que me he enfrentado en estos 25 años de trabajo. Me dedico al entretenimiento, pero esto era diferente porque yo he sido un niño acosado entre los 11 y 16 años (…). Cuando me propusieron esto sentí que tenía que hacer este programa. Ha llegado la hora de que yo cierre esa página de verdad y la mejor forma que se me ocurría era sirviendo de altavoz para que todo el mundo tome conciencia de la situación, para que cualquiera que vea el programa sepa lo que pasa en cualquier colegio. Sólo queremos que tome conciencia la sociedad, los colegios y los padres de que el problema que hay para poder atajarlo y que se ponga en marcha un protocolo en nuestro país».
Jorge Javier Vázquez nunca ha hablado de bullying, pero en el libro La vida iba en serio explicó algunas anécdotas desagradables de su infancia. En el programa Feis tu feis explicó sus primeros años de vida: «Echo la vista atrás y me parece que fue una infancia quizá marcada por la soledad, pero me gustaba vivir así, ha sido muy fructífera. Estaba rodeado de muchos libros, de música y tampoco necesitaba tanto a la gente para vivir». El de Badalona también explicó su relación con el Opus Dei: «No me hice del Opus por mi padre. Yo ya tenía líos mentales con mi orientación sexual, pero dentro de ese mundo, como el sexo no podía existir, ese problema no existía. Era luchar contra él y mi camino a la santificación. No lo digo como cachondeo. Yo esto lo viví y me gustaba la vida que me proponían. Lo digo con todo mi respeto. No tengo malas palabras para ellos. Para mí fue positivo».
Xavier Sardá explicó hace unos días en el programa de Bertín Osborne la razón por la que escribió el libro Mierda de infancia: «Hubo mucha mierda porque estábamos en el franquismo y el bullying nos lo hacían los profesores (…) una vez me enganché a patadas con un profesor». El ex presentador de Crónicas Marcianas habló en la citada obra como se crió con unos «falsos abuelos» tras la muerte de su madre, algunos momentos de soledad y la muerte de su hermano tras unos problemas de adicción a las drogas. Sardá también recordó como su madre le pegó por tomarse una galleta simulando una ostia consagrada, la muerte de su padre una noche de San Juan, las constantes dificultades que superó en una sociedad deprimida: «Era todo muy cutre», recuerda.
