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Zas en toda la boca: Isabel Pantoja utiliza a Pablo Motos para zanjar sus crisis familiares

Al final ha sido todo cómo esperábamos. Entre nubes de algodón, mieles y mucho, mucho azúcar, Pablo Motos ha mostrado cómo es capaz de bajarse los pantalones en El Hormiguero y conceder a Isabel Pantoja la entrevista que ella, y su discográfica, querían. Algo que ni siquiera logró la revista ¡Hola! con el bautizo de Anita o con la boda de Kiko Rivera e Irene Rosales.

Por un lado se justificaba por las altas cotas de audiencia que, como consiguieron con la aparición de Isabel Preysler, iba a lograr el programa de Motos con la primera entrevista a la Pantoja. Y, por otro, porque Isabel se veía forzada a abandonar Cantora y apoyar la promoción de un disco que no acaba de encarrilar las ventas.

Por eso era necesario este circo mediático en el que Isabel ha querido mostrarse cómo es. O, al menos, cómo ha querido que nos creamos que es. Haciendo honor a aquella famosa frase de “dientes, dientes que es lo que les jode», no ha dudado en derrochar sonrisa dentífrica. Adornado todo con bromas y chascarrillos que se mezclaban con ciertos momentos de emoción y con más lágrimas de las que pensamos.

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Y hasta alguna de ellas parecía verdadera. No, por supuesto, las que han asomado al oír la voz de Kiko Rivera en una más que pactada intervención en la que Isabel y el padre de Francisco y Ana no han dudado en cruzarse unos sonoros Te quiero. ¡Ay! Que gran actriz se ha perdido el cine español desde que Pantoja decidió abandonar esa rama artística.

Pero la entrevista de Pablo Motos ha permitido también a Isabel lanzar ciertas pullas, desmentidos y cerrar muchas bocas. Así, sin anestesia. Entre todo, lo que más claro ha dejado es lo que tiene que ver con la supuesta mala relación con su hermano, Agustín Pantoja.

Recordemos que se ha hablado, y mucho, de que Agustín había caído en desgracia, de cómo había sido apartado del trabajo de manager de Isabel –entre otras cosas, por petición expresa de Universal Music- y de las diferencias de Agustín con Chabelita y otros miembros de la familia. Pero los te quiero continuos que Isabel le ha dedicado a su hermano han querido zanjar la crisis.

Además, ha dejado más de un guiño a lo malo que fue para la eterna enemiga de Mila Ximénez conocer a Javier Muñoz. Sobre todo con la letra de cierta canción en la que reza “Mal amante, mal amigo y un profesional de la mentira.”

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De la cárcel mejor ni hablar. De hecho, no se ha atrevido a pronunciar ni si quiera la palabra prisión. Pero sí ha querido dejar claro que le ha pasado factura, que ha tenido mucho tiempo para pensar, para repasar su vida y que todo ello la ha trastocado psicológicamente. Algo de lo que no se ha recuperado y de lo que todavía, aunque se encuentra ya en libertad, lucha por superar.

Eso sí, a Chabelita poco tiempo le ha dedicado. Alguna mención. Alguna broma. Pero, para cuándo le permitirán a la ahijada de María del Monte ser ella la que protagonice las llamadas emotivas a su madre. Y luego dirán que no es cierto y que nos inventamos eso de que se la ve cómo a una hija de segunda.