Ellos y ellas lo tuvieron todo en la década de los ochenta. Eran las estrellas más codiciadas del panorama artístico. Éxito, fama y dinero eran el centro de su universo. Sin embargo, el cielo se acabó y llegó el infierno. A continuación te contamos cómo llegó la noche para algunos famosos.
Samantha Fox fue el típico producto de los ochenta. Una chica mona y exuberante que era pura sensualidad con el micrófono en la mano. La cantante gozó de gran popularidad. En España se hizo muy conocida gracias a su relación con Rafi Camino. Por su cama desfilaron un buen puñado de famosos. Su historia se escribía a golpe de romances. Sin embargo, su magia empezó a apagarse. Los tiempos cambiaron y ella no supo adaptarse. En la actualidad, es carne de realities en Inglaterra y poco más.
Sabrina Salermo colapsó la España de los ochenta cuando uno de sus pechos se escapó del sujetador durante una actualización en televisión. La italiana encandiló al público con sus contoneos al ritmo del famosísimo Boys. Su éxito no tuvo continuidad en los noventa. En España, no volvimos a saber de ella. En Italia, intentó reconducirse como presentadora. El público no la respaldó y optó por reciclarse invirtiendo en diferentes negocios. La fiebre de la nostalgia hace que algunas empresas la contraten como reclamo en fiestas y cenas de empresa.
Sin duda alguna, Bo Derek es la sex symbol por excelencia de los años ochenta. Fue el director Blake Edwards quien la convirtió en objeto del deseo de millones de espectadores al crear para ella La mujer 10. El film arrasó en taquilla y catapultó a Bo al estrellato. Posteriormente, su esposo, John Derek, intentó que Bo repitiera el éxito de ataño con otros proyectos cinematográficos. Ninguno obtuvo el éxito de antaño. Tras la muerte de su marido, la actriz lleva una vida tranquila en su rancho. Su trabajo se reduce a alguna aparición esporádica en televisión o en actos donde ejerce de imagen, como los organizados por el partido republicano, del que es firme defensora.
Kim Basinger llevaba un buen número de trabajos cinematográficos a sus espaldas cuando recibió el guión de Nueve semanas y media. Dijo sí y se convirtió en mito erótico por derecho propio. En los 90 recibió un Oscar por su papel en L.A. Confidential. Hollywood no perdona que las mujeres cumplan años y de ahí que la actriz haya tenido una carrera discontinuada. A día de hoy, sobrepasada la barrera de los sesenta años, Kim ha vuelto a ejercer de modelo junto a su hija. Sigue actuando y ha conseguido recuperar la buena relación con su ex marido, Alex Baldwin, con quien protagonizó un tormentoso divorcio. Su situación económica es delicada debido a sus grandes deudas.
“Cuando llegué a Hollywood, Melanie era la reina del cine comercial”, declaró Antonio Banderas sobre Melanie Griffith. El paso de los años hizo que la actriz desapareciera del cine comandado por los grandes estudios para incorporarse al independiente. Sus problemas con las adicciones han sido frecuentes. Melanie está obsesionada con retrasar el envejecimiento y de ahí que se haya sometido a diversos tratamientos y operaciones que han dejado su rostro con una horrible artificialidad. En la actualidad, intenta caminar sola tras romperse su matrimonio con Antonio Banderas.
Demi Moore hizo malas elecciones profesionales y se cargó su carrera de actriz. A partir de ese momento entró en una espiral de locura por mantenerse joven y se dedicó a coleccionar toy boys. Estuvo casada con Ashton Kutcher y se convirtió en icono para muchas maduritas que veían en ella un espejo en el que mirarse. Al tiempo que vivía despreocupada, la relación con sus hijas, nacidas de su relación con Bruce Willis, hacía aguas. Las chicas les reprochaban su poca dedicación. En la actualidad, Demi sigue asistiendo a eventos e intenta relanzar su carrera, casi un imposible.
Pamela Anderson se convirtió en todo un icono sexual enfundada en el bañador rojo de Los vigilantes de la playa. Le llegó la fama y el éxito al mismo tiempo que su vida se veía sacudida por los escándalos derivados de su relación con Tommy Lee, incluido un tórrido vídeo que el cantante puso en circulación. Los productores intentaron estirar su éxito creando una serie para ella. No triunfó porque Pamela no es actriz. Su estrella se fue apagando. En la actualidad, está centrada en su faceta ecologista. También participa en realities y en eventos y fiestas donde la contratan. La actriz cada vez luce más artificial debido a los retoques a los que se somete con asiduidad. A nivel económico, Anderson ha tenido que desprenderse de alguna propiedad para hacer frente a las deudas.
Charlie Seen era uno de los actores más prometedores de su generación. Ha participado en films de gran éxito y su trabajo ha recibido muy buenas críticas. Sin embargo, Charlie decidió deslizarse por el lado oscuro y perdió su vida en juergas y excesos que le han convertido en non grato para los estudios. Fue despedido de Dos hombres y medio porque no cumplía. Tampoco le ha ido bien con las mujeres que han pasado por su vida, alguna la ha denunciado por violento. Hace poco confesó que era portador del VIH y que había sido víctima de una extorsión millonaria para que esta información no viera la luz.
Lorenzo Lamas alcanzó gran popularidad por su papel en Falcon Crest. La serie le sirvió para convertirse en uno de los reyes de la publicidad. Las firmas se lo disputaban para que anunciara sus productos. Mientras tanto, el actor no acaba de encontrar su rumbo como actor. Lo intentó con la acción pero no cuajó. El hecho de no estar en pantalla hizo que su estrella se apagara. Nunca ha dejado de trabajar pero en proyectos de bajo presupuesto y que han pasado desapercibidos. En el plano sentimental, lleva cinco matrimonios a sus espaldas y una buena tanda de peleas con sus ex.
