La aparición en escena de un hijo secreto de Bigote Arrocet ha sorprendido. Algunos y algunas hacen cábalas de cómo afectará esta inesperada noticia a la relación del humorista con María Teresa Campos y a los tres hijos que tiene reconocidos, nacidos de su primer y segundo matrimonio.
Bigote estaba ya casado con Rocío cuando empezó una historia paralela llena de pasión con Annette. Nada más y nada menos que hija del recordado Kiko Ledgard. Para entonces, el humorista y su esposa ya habían tenido su primer hijo en común, Max, después vendría Estefanía. Sin embargo, la atracción entre Annette y Arrocet era mucha y ni quisieron ni pudieron resistirse. Fruto de este amor nació Alexis, de 36 años de edad, y que ha escogido de forma totalmente libre dar un paso adelante y contar cuáles son sus orígenes.
Aunque desde que Alexis era un niño no se ha visto en persona con su padre, sí ha mantenido contacto telefónico fluido con él. De hecho, fue el propio Alexis quien le comunicó al humorista que quería contar su historia. A lo que Bigote dijo que le parecía muy bien, que era libre de hacerlo. Tan solo le comentó que fuera consciente de su apellido, Ledgard, muy querido y significativo en el mundo de la televisión, y que lo mantuviera bien alto. Sabio consejo si tenemos en cuenta lo fácil que resulta dar un mal paso en los medios, y más en el caso de alguien sin experiencia, como Alexis.
No hay ningún enfado
La paternidad de Bigote sobre Alexis no era ningún secreto ni un tema tabú. Los familiares del humorista lo sabían, así como sus amigos más íntimos y, por supuesto, también María Teresa Campos. Por tanto, no va a causar fisura alguna en la relación entre Arrocet y la periodista. En este sentido, tranquilidad absoluta. También los hijos reconocidos del artista, Gabriela, Max y Estefanía siempre han conocido de la existencia de Alexis. De hecho, Estefanía mantiene contacto con él. Resumiendo, estaban enterados los que tenían que estarlo, que son las personas que verdaderamente importan al humorista.
Debido al baile de noticias que cada miércoles se observa en relación a Campos y Bigote, la pareja ha decidido blindarse y ni leen ni escuchan a quienes quieren contarles lo que se publica. Al humorista no le preocupa en absoluto lo que digan sobre él. Conoce su historia y la asume. De ahí que le diera igual que su primera esposa, Gabriela, concediera una entrevista al papel couché. “Son cosas que pasaron hace tanto tiempo que ni pienso en ellas, ni las recuerdo, ni nada de nada. Ocurrió y ocurrió, ya está”, expresó el humorista a uno de sus íntimos a propósito de la rajada de su primera mujer.
Es cierto que para María Teresa no ha sido plato de buen gusto las fotografías de mujeres entrando y saliendo del piso que el humorista tiene en Madrid. Y no por desconfianza, sino por la posición en que queda ella de cara a la opinión pública. La periodista siempre se ha mostrado preocupada por el qué dirán. Sin embargo, a estas alturas del partido, sabe que van a seguir publicando lo que quieran y con el tono que más les apetezca. De hecho, la semana pasada vieron la luz unas imágenes de Bigote paseando con una mujer. Pues bien, la dama en cuestión era su hermana, con la que disfrutó de unos días de descanso. ¿Por qué ese empeño en querer cargarse la relación de la comunicadora y el humorista?
