«Un mes y nueve días». Así empezábamos hace un tiempo la noticia de que unas fans de Justin Bieber aguardaban a las puertas del Palacio de Deportes de Madrid durante 40 días y 40 noches para conseguir ver a su ídolo en primera fila y lo más cerca posible.
Todo sucedió anoche, justo antes de que comenzase el show que JB tenía preparado para sus seguidores de Barcelona. Un concierto como motivo de su paso por España ante su exitoso y accidentado Purpose World Tour. Un grupo de fans hacían cola justo antes de entrar al Palau Sant Jordi cuando observaron que un despliegue enorme de coches venía hacia ellos. Era Justin Bieber. No lo podían creer. El cantante llegaba con la ventana bajada y uno de los chicos que lo esperaba con tanta ilusión le tendió la mano para tocarlo y recibir un High Five. La respuesta de Justin Bieber fue tajante e imprevisible: un derechazo en toda regla que dejaba con el labio reventado a su joven fanático.
https://www.youtube.com/watch?v=MyFOEU3M4K8
¿Pedirá perdón?
¿Os imagináis por un momento la posibilidad de que este chico que quedó sangrando minutos antes de entrar al reciento haya aguantado por él la misma cantidad de días y semanas que las chicas a las que entrevistamos en Madrid? Además, el portal americano TMZ, y por ende, todos los medios de comunicación a nivel global han publicado el terrible vídeo en el que el seguidor de Bieber sale malherido, decepcionado y apenado por la actitud de su artista favorito.
Esperemos que Justin se disculpe ante tan reprobable y despreciable gesto. Tiene todas las plataformas a su disposición para ello. Desde aquí nuestra repulsa.
Más famosos que han decepcionado a sus fans
Ser una celebrity es el sueño de mucha gente. No obstante, el hecho de aparecer en películas o programas de éxito y cobrar (mucho) por ello, lleva implícito el precio de la fama: ausencia absoluta de tu intimidad y una legión de fanáticos a tus espaldas que se mueren por hablarte, tocarte o hacerse una foto contigo.
Ariana Grande ya no es la cándida y dulce chica Nickelodeon de sus inicios. A pesar de su metro y cincuenta y tres centímetros de altura ahora se postula como una de las divas de la música actual y como tal, actúa. En sus photocalls pide a los paparazzi que les enseñen las fotos tomadas por si sale bien, y en ciertas ocasiones ha despreciado a sus fans riéndose incluso de ellos. En París, mientras ella iba en coche, unos fans la siguieron en moto durante kilómetros. Ella bajó la ventana, cantó con ellos e hizo caso omiso a los chicos, que le pidieron que se parase un segundo a hacerse una foto. El coche aceleró y los chicos quedaron atrás.
«¡No me dejan hablar los maricones estos!». Estas fueron las desafortunadas palabras que utilizó Marta Sánchez mientras daba el pregón del Orgullo Gay de Madrid en 2007. La cantante empezó a leer el discurso en inglés y el público concentrado en la Plaza de Chueca no le dejaba continuar su speech con fluidez. Tras pronunciar tan inoportuna frase, y habiéndose dado cuenta enseguida de que lo que había dicho no era lo más apropiado, Marta, valiéndose de su zalamería y sus tablas con el público exclamó: «¡Viva Chueca y la mariconería!».
