Están siendo unos días más que dolorosos para los amigos y seguidores de Cristina La Veneno, quien perecía en extrañas circunstancias el pasado miércoles en el Hospital de La Paz de Madrid.
Mientras sus familiares están haciéndose una tourné de platós de televisión y reclamando el dinero de los derechos del libro de sus memorias publicado hace apenas un mes, sus amigos, decepcionados y rotos de dolor, aseguran que no han podido despedirse de Cristina en el tanatorio de Madrid por orden expresa y prohibición de su familia.
Valeria Vegas, amiga desde hace más de diez años de Cristina, asumía ayer entre sollozos que «la despedida de sus amigos será simbólica. Respeto la decisión de la familia aunque no es la decisión de mi amiga Cristina«, afirmaba la escritora.
Cotilleo.es, ha podido conseguir en exclusiva el obituario que recoge los datos del entierro que estaba previsto que se celebrase mañana en el cementerio de Adra previa misa en la Iglesia de la Inmaculada Concepción a las 12 de la mañana.
Y decimos «estaba previsto» porque tal y como esta revista ha podido confirmar, el entierro de Cristina La Veneno, por el momento, ni se puede ni se va a celebrar. Se conoce que se va a abrir una línea paralela de investigación a la autopsia que le realizaron ayer y que revelaba que su muerte se debió a un «accidente doméstico».
Hemos podido hablar, además, con la Funeraria Oliver: «Efectivamente nos han avisado de que el cuerpo de Cristina se queda en Madrid. Estamos todos muy preocupados», nos explica uno de sus responsables desde Adra.
Sea como fuere, en su esquela, en contra de lo que Cristina jamás hubiese deseado, rezará: «Cristina Ortiz también conocida como Joselito».
Cristina La Veneno, cuyo último deseo, según Valeria, su biógrafa, era que su cuerpo fuera incinerado y esparcido por el Parque del Oeste de Madrid, finalmente será enterrada en Adra aunque dados los recientes acontecimientos, la fecha del entierro aún está por determinar.
Adra (Almería) es un pequeño pueblo de Almería de apenas 20.000 habitantes. Lo que para muchas personas puede sonar a libertad, mar y paraíso, para Cristina La Veneno, conocida como Joselito en su tierra, fue todo un infierno.
Adra fue la tierra que dejó atrás para poder ser Cristina. «A mí Adra no me ha dao’ ná y como no me ha dao’ ná, no me ha dao’ ná Adra», esa fue una de las míticas frases trabalengüísticas que Cristina emitió con la gracia innata que tenía en el programa conducido por Pepe Navarro que le dio la fama.
