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Los realities más polémicos emitidos en España

España es carne de realities. Es uno de los mejores países para emitir absolutamente cualquier cosa a través de televisión. Y todos, absolutamente todos, tienen polémica. ¿Te acuerdas tú de alguno de estos? Seguro que sí, aunque fuera de oídas, todos hemos oído hablar de estos shows. 

Aunque no todos fueron igual de polémicos, sí que causaron cierta controversia: ya fuera por la dinámica de los propios realities, o porque hubiera algún enfrentamiento entre el público y el programa, o porque simplemente se lió la gorda. Y es que estos han sido los realities más controvertidos.

Curso del 63

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Curso del 63 era una especie de gran hermano para jóvenes, ambientado en un colegio

La idea fue de Antena 3: hacer una especie de Gran Hermano juvenil, en el que los jóvenes tenían que participar en un internado. Desde el primer capítulo vemos el chonismo implícito en los realities de España: lloros por las extensiones, piercings, y etc., etc. ¿Cuál fue la polémica? Si realmente se ambientaba e los 63, una educación severa incluía, sin ninguna duda, palmetazos. Evidentemente, no se puso en práctica, pero alguna vez lo echamos de menos.

Todo fue calvo de cultivo para formar a una generación de jóvenes que saltaron de reality en reality o hacia las portadas de Interviú. De hecho, algunos quisieron participar después en realities de Telecinco, y alguno que otro consiguió ser pretendiente o tronista.









Confianza ciega

[caption id="attachment_1218" align="aligncenter" width="640"] confianza-ciega Esto sí que daba grima: ver cómo intentan seducir a tu pareja, sin poder hacer nada[/caption]

«Confianza ciega» era un reality conducido por Francine Gálvez. La dinámica era bastante polémica, ya de por sí, porque metían en dos casas diferentes a parejas. Por un lado los chicos, y por otro, las chicas. En estas casas eran tentados por seductores.

Eso ya era polémica, porque llegaron hasta el punto de rozar la prostitución, o eso se decía. Además, había partes que no eran muy fiables: cortaban tomas, para luego enseñar a la pareja la supuesta infidelidad, cuando a lo mejor lo cortado era el rechazo. Además el premio era simple: saber si tu pareja sería fiel o no.