Las listas de los gays y lesbianas más influyentes arrastran una gran polémica ya que, en ocasiones, aparecen nombres que jamás se han expresado en público sobre sus gustos en la intimidad. Y aquí sale a relucir la palabra outing, que significa sacar del armario a alguien sin su consentimiento. En ocasiones, esta invasión de la privacidad responde a intereses de ciertos grupos o personas que los pertrechan por motivos muy definidos. Algunos famosos han sufrido en carne propia el verse expuesto en lo más privado sin que nadie les consultara. Así han vivido, así han sentido y así opinan sobre el outing algunos de los rostros más conocidos.
Sandra Barneda siempre se mostró muy discreta en cuanto a su intimidad. La presentadora no es amiga de airear cuestiones relativas a cualquier ámbito de su vida privada. Para ella, el trabajo ha sido el precio por su forma de amar. Hace un tiempo, mantuvo un intercambio de twits con Pepe Oneto donde le recriminó que fuera él quien soltara la liebre en Telemadrid de cómo sentía.
El armario de Sandra era claroscuro y tenía las puertas entreabiertas: “Reconozco que jamás me he ocultado, pero me he mostrado a mitad y he sufrido por ello. Mis amigos y familiares; a su debido tiempo y, con un previo tragar saliva por miedo al rechazo, han sabido de mi homosexualidad. Jamás he inventado novio, ni en el trabajo ni en casa. Pero es cierto que, durante algún tiempo, parecía que mi vida sentimental era un desierto. Ellos no preguntaban, yo no hablaba. Ese silencio acordado se me fue con el tiempo haciendo una bola difícil de tragar”.
