Los toros, ‘la fiesta nacional’, lo llaman algunos. Lo cierto es que en España tiene suma relevancia, no solo por la gente que trabaja en el sector sino por el dinero que mueve. Los protagonistas, los toreros, son considerados casi semidioses.
Tienen sueldos millonarios y la mayoría un encanto que traspasa las barreras de las plazas de toros para acabar en la habitación de alguna afortunada. Los toreros y el amor son una combinación peligrosa. Repasamos los principales ‘romances’ de este arte patrio.
Jesulín de Ubrique
El torero por excelencia de este país. Famoso por su noble arte, su profesión y posteriormente por su relación con Belén Esteban. La vida privada de Jesulín saltó a la fama por ser uno de los toreros más admirados y pícaros de este país. También por convertirse en todo un sexsymbol que incluso organizaba corridas (taurinas) solo para mujeres.
Jesulín encontró primero a una mujer de la calle, concretamente en una calle de Benidorm: la gran Belén Esteban con quien tuvo una hija. Para más adelante caer en los brazos de la auxiliar de enfermería que lo cuidó mientras estaba recuperándose de un grave accidente de tráfico. Una historia de amor llena de altibajos, de visitas al hospital y centros de rehabilitación que dura hasta nuestros días.
