Tocó la gloria con los dedos pero él mismo se encargó de acabar con todo eso. La realidad de Toño Sanchís cambió radicalmente; y junto a él arrastró al abismo a toda su familia. Al hacerse pública la estafa que durante años le hizo a su amiga y representada Belén Esteban, la opinión pública empezó a verle como el enemigo y los famosos corrieron despavoridos de su lado. El vocalista de La banda del Capitán Canalla enlaza varios años durísimos, pero ahora una gota ha colmado el vaso. Está completamente hundido y no tiene escapatoria.
Del amor al odio en solo un paso
> A pesar de que sus comienzos en el mundo del artisteo están ligados a la música, lo cierto es que Toño Sanchís se convirtió en un hombre conocido años más tarde. Y no lo hizo por méritos propios. Se hizo famoso gracias a su amistad con Belén Esteban. Ella, que confió anteriormente en el criterio de Amador Mohedano, fue su trampolín mediático y la persona que hizo que su cartera de clientes creciera sin parar. La ex de Jesulín de Ubrique le abrió un importante camino en la televisión, donde todos querían que este madrileño gestionara sus carreras.
Sanchís tenía el monopolio. Representaba mediante su agencia a los personajes más suculentos de la pequeña pantalla, esos rostros conocidos por los que las marcas desembolsaban estratosféricas cantidades de dinero. Pero su ambición sin límites, su falta de principios y su poca honestidad hicieron que ese mundo ideal acabara, siendo él mismo el causante además del principal afectado. Traicionó de manera consciente a la princesa del pueblo y cuando esta se enteró, todo lo que rodeaba a Toño se vino abajo. Cavó su propia tumba, que cada vez es más profunda.
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