Rocío Flores ha sido la concursante estrella de la edición de Supervivientes 2020. Su vida ha cambiado por completo, tanto en lo personal como en lo económico. Las muchas llamadas de auxilio queriendo tener un acercamiento con su madre, Rocío Carrasco, al dinero que ha desembolsado en su paso por el concurso. Según conoce Cotilleo.es es la de mayor caché de la edición. Se ha convertido en la tercera finalista y tras su expulsión ha confesado lo que la inquieta y perturba. Sigue leyendo, todos los detalles a continuación.
La ausencia de su madre
> En varias ocasiones durante su paso por el concurso la nieta de la más grande ha dejado muchas confesiones íntimas en la isla, donde ha abierto su corazón y ha declarado que quiere un acercamiento con su madre. Echa de menos la figura maternal que no ha tenido, pues Antonio David Flores, su padre, ha hecho tanto de padre como de madre en su vida. «Creo que estaría bien un acercamiento, sobre todo por el que viene detrás de mí, que se está criando sin su madre», aseguró la supervivientes entre lágrimas. «¿Que no tengo una relación con ella? Pues es la realidad», continuó.
Al despedirse del que ha sido su hogar durante estos tres meses, tuvo lugar una hoguera donde los supervivientes arrojaban al fuego un deseo, el de Rocío Flores era: “La unión familiar. Mi deseo y lo más importante en esta vida es la unión familiar. Y la unión familiar conlleva retomar relaciones que a día de hoy no tengo y que es lo que más me puede doler”.
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